El portavoz de la Comisión Europea para Acción Climática y Energía, Tim McPhie, ha reconocido este lunes que Europa seguirá dependiendo de los hidrocarburos rusos hasta 2027, pese a las ganas de muchos de cesar cuanto antes los negocios con Moscú en rechazo a sus acciones militares en Ucrania.
"Aspiramos a ser completamente independientes de los combustibles fósiles rusos para 2027, y creemos que es posible reducir nuestra demanda en dos tercios dentro de un año", declaró McPhie en una rueda de prensa de la Comisión Europea.
En su intento de sustituir el petróleo ruso y bajar los precios, que están por encima de los 100 dólares por barril, las naciones europeas, entre otras, se dirigieron a los países del golfo Pérsico pidiendo que aumenten la producción y los suministros.
Imposible de sustituir a corto plazo
El último en pararles los pies ha sido el ministro de Energía de los Emiratos Árabes Unidos, Suhail al Mazrouei, quien recordó este lunes que actualmente ningún productor es capaz de sustituir el petróleo ruso, que por ahora seguirá siendo una necesidad irreemplazable para todo el mercado energético.
"A no ser que alguien esté dispuesto a venir y traer 10 millones de barriles, no vemos a nadie que pueda sustituir a Rusia", declaró Al Mazrouei. "Dejando de lado la política, este volumen es necesario hoy en día", agregó.
El ministro de Energía de Catar, Saad Sherida al Kaabi, afirmó que es "prácticamente imposible" para Europa desprenderse del gas ruso tan pronto como quisiera, ya que "entre el 30 % y el 40 % del gas suministrado" al mercado procede de Rusia.
Ante la aparente desgana del bloque europeo de adquirir los recursos energéticos rusos, en general, y bajo la presión de las sanciones —la misma Unión Europea prohibió suministrar billetes de euros a Rusia a principios de marzo—, Moscú exigió que le paguen en rublos, y aseveró que no planea suministrar gratis su gas natural a Europa. Una decisión del Kremlin que conllevó la indignación de los políticos locales y su rechazo a pagarle a Rusia con su moneda nacional, violando de esta manera sus propias medidas punitivas.
"Por supuesto, la caída de pedidos de petróleo [por parte de Europa] se compensará por los pedidos en dirección al este", aseguró el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Entretanto, el ministro de Energía de Ucrania, German Galushchenko, anunció que Kiev no aceptará el pago en rublos por el tránsito de gas ruso hacia la Unión Europea. "No nos pasaremos al rublo. Es imposible. Es difícil. No es un acuerdo bilateral. Primero, los europeos tendrían que pagar en rublos. Todo está conectado", dijo Galushchenko.
"No estamos en guerra con nosotros mismos"
En todo caso, a diferencia de Estados Unidos, hasta ahora la Unión Europea no ha sancionado las importaciones de los combustibles fósiles de Rusia, dejando al descubierto su dependencia del petróleo, el gas natural y el carbón ruso para mantener en funcionamiento la calefacción de los hogares de sus ciudadanos y a la industria.
"No estamos en guerra con nosotros mismos", declaró el primer ministro belga, Alexander De Croo, en la cumbre en Bruselas el pasado jueves. Un encuentro en el que las sanciones y la energía fueron temas cruciales que evidenciaron las diferencias entre los líderes del bloque.
"Las sanciones siempre deben tener un impacto mucho mayor sobre la parte rusa que sobre nosotros", resumió De Croo, reflejando las posturas de países como Alemania, Austria y Países Bajos, que se encuentran enfrentadas con otros Estados miembros de la UE más cercanos geográficamente a Rusia que desean la adopción inmediata de medidas más duras.
- La UE importa el 90 % del gas natural utilizado para generar electricidad, proveer las viviendas de calefacción y cubrir la demanda de la industria. Rusia abastece casi el 40 % del gas y una cuarta parte del petróleo que consume la región.
Con información de AP