Desde que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llegó al poder en enero de 2019 han sido varias las polémicas en las que él o miembros de su gobierno han ensalzado la dictadura militar (1964-1985). Y este año se ha vuelto a repetir.
El Ministerio de Defensa publicó el miércoles un controvertido texto con motivo de los 58 años del golpe del 31 de marzo de 1964, cuando las Fuerzas Armadas brasileñas derrocaron al presidente João Goulart, quien ascendió al poder en 1961 tras la renuncia de Janio Quadros, y que fue tachado de comunista.
La dictadura se instauró entonces con el mandato de facto del militar Humberto de Alencar Castelo Branco.
La Comisión Nacional de la Verdad, grupo encargado de investigar los crímenes durante la dictadura, concluyó en 2014 que las persecuciones, torturas y ejecuciones en aquellos años fueron "sistemáticas" y dejaron al menos 434 muertos y desaparecidos. El Congreso se cerró durante esos años y la prensa fue censurada.
El texto publicado por el Ministerio de Defensa, y leído en todos los cuarteles durante esta jornada, está firmado por su titular, el general Braga Netto, el almirante Almir Garnier Santos, comandante de la Marina; el general Paulo Sérgio Nogueira de Oliveira, comandante del Ejército; y el teniente Carlos de Almeida Baptista Junior, comandante de Aeronáutica.
"Un hito histórico"
"La sociedad brasileña protagonizó un período de estabilización, seguridad, crecimiento económico y madurez política, que resultó en la restauración de la paz en el país y en el fortalecimiento de la democracia", destaca.
El texto sustituye "golpe" por "movimiento" para hablar de aquella fecha, que califica de "hito histórico en la evolución política brasileña" porque "refleja los anhelos y aspiraciones de la población de la época". También dice que el golpe militar impidió que "un régimen totalitario fuese implantado en Brasil".
El año pasado, Braga Netto aseguró que el golpe de 1964 debía ser "comprendido y celebrado" en el contexto de la época. "Las Fuerzas Armadas terminaron asumiendo la responsabilidad de pacificar el país, enfrentando el desgaste para reorganizarlo y garantizar las libertades democráticas de las que disfrutamos hoy", aseveró.
En 2019, Bolsonaro, excapitán de la reserva del Ejército y que nunca ha ocultado su admiración por la dictadura, generó una tormenta política en el país cuando, con motivo de los 55 años del golpe, ordenó que se celebrasen actos de conmemoración que la Justicia finalmente prohibió.
Este viernes, el ultraderechista participó en una ceremonia en la que se oficializó la salida del cargo de varios de sus ministros que se presentarán a las elecciones generales de octubre.
Entre ellos, se encuentra, Braga Netto, que abandona el cargo para presentarse a vicepresidente en la fórmula de Bolsonaro en las próximas elecciones generales de octubre, que se presentan como las más polarizadas de la historia del país.
El mandatario, que en el pasado elogió a torturadores como Carlos Alberto Brilhante Ustra, al que denominó "héroe nacional", aprovechó el evento para hablar de la dictadura militar.
"¿Qué sería de Brasil sin las obras del régimen militar? No sería nada. Seríamos una 'republiquilla'", espetó.
También aprovechó para atacar al juez de la Corte Suprema, Alexandra de Moraes, que tiene varias investigaciones abiertas contra el mandatario.
"Nosotros, aquí, tenemos todo para ser una gran nación, para ser un ejemplo para el mundo. ¿Qué falta? Que no se interpongan unos cuantos. Si no tienes ideas, ¡cállate la boca!", espetó.