Los residentes de la ciudad de Volnovaja (República Popular de Donetsk), liberada del Ejército de Ucrania por las fuerzas rusas en el marco de la operación militar, tratan de volver a la normalidad en medio de la destrucción.
Ya han pasado algunas semanas desde que terminaron los intensos combates en Volnovaja, que quedó completamente destruida. Las personas que decidieron quedarse en esa localidad intentan superar las adversidades, pero cada paso que dan, literalmente, significa una gran amenaza debido a los numerosos proyectiles sin explotar que quedaron esparcidos por la ciudad.
"Los últimos días moralmente han sido muy duros, sobre todo para los niños. Anteayer lloré porque fuimos al centro, nos encontramos con unos compañeros y nos dijeron que aquí no habrá nada bueno, que mejor nos fuéramos [de Volnovaja]. Y nosotros entendemos que no tenemos adónde irnos. Es muy difícil", relata entre lágrimas una adolescente.
Los desafíos
La ciudad busca un renacer, y pese a lo complicado que ello pueda significar, sus habitantes se han propuesto realizar arreglos de algunos complejos como escuelas y guarderías, con el fin de rehabilitar su funcionamiento a corto plazo.
"Teníamos previsto acoger a los niños muy pronto, pero debido a que muchas personas se han ido al frente de batalla, no hay gente para trabajar en la fábrica", comenta la representante de una guardería, que hizo el pedido de varias ventanas para una planta. Se espera que las ventanas lleguen en los próximos días, y cuando las instalen procederán a reabrir el centro. "Las listas [de los niños] y el personal ya están listos", agregó.
La mejora de la situación avanza "a pequeños pasos", aunque "ahora recibimos la ayuda humanitaria", dice una vecina. "Vamos a aguantar. Los rusos, ucranianos, los eslavos en general, somos un pueblo resistente y con aguante", asevera otra residente de Volnovaja.
Mientras algunos edificios podrán ser reparados o remodelados, existe otro daño estructural en la sociedad que ha dejado el conflicto, la pérdida de sus seres queridos.