La dimisión del presidente en exilio de Yemen, Abd Rabbuh Mansur al Hadi, el pasado 7 de abril, se habría concretado bajo la presión de Arabia Saudita, reporta The Wall Street Journal, que cita a los funcionarios saudíes y yemeníes que le confirmaron esta información bajo condiciones de anonimato.
Las fuentes del periódico afirmaron que las autoridades saudíes prácticamente lo confinaron en su casa en Riad y restringieron sus comunicaciones durante los días posteriores. Desde que Al Hadi renunciara a su cargo, le fue negado el acceso a los teléfonos, comentó una fuente saudí.
Algunos funcionarios del reino le habían amenazado con hacer públicas lo que, según ellos, eran pruebas de su corrupción, en su intento por convencerlo de que dimitiera, indicaron las fuentes. Sin embargo, otro funcionario saudí comentó a The Wall Street Journal que a Al Hadi le propusieron anunciar su renuncia, porque varias facciones yemeníes habían perdido la confianza en su capacidad de dirigir el país.
La renuncia de Al Hadi se produjo tras el anuncio de la coalición liderada por Riad que combate en Yemen sobre el cese de sus operaciones militares en ese país, con el propósito de crear un entorno positivo para la negociación entre las partes yemeníes durante el mes sagrado del Ramadán. Según indica The Wall Street Journal, Arabia Saudita buscaba poner fin a una guerra civil que, además de provocar una crisis humanitaria, dañó sus relaciones con EE.UU.
- La coalición militar liderada por Arabia Saudita lanzó una operación en Yemen en 2015 en apoyo al presidente en el exilio, enfrentado a los hutíes, a los que Riad considera terroristas apoyados por Irán. Pese a la intervención militar y los enfrentamientos con las fuerzas leales a Al Hadi, los hutíes mantuvieron el control de la capital, Saná, y de la mayor parte del norte del país.