Jordania acusa a Israel de realizar "actos de provocación" en la mezquita de Al-Aqsa, mientras Tel Aviv denuncia "incitación" a la violencia

El rey Abdalá II de Jordania declaró este lunes que las acciones "unilaterales" por parte de Israel contra los creyentes musulmanes que se encontraban en la mezquita de Al-Aqsa, localizada en la zona religiosa del Monte del Templo en Jerusalén, afectaron considerablemente las perspectivas de paz en la zona.

Sus declaraciones se producen luego de que el pasado viernes se registraran graves enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad israelíes y fieles palestinos cerca de las inmediaciones de la mezquita de Al-Aqsa, dejando al menos 152 heridos.

Durante una llamada con el secretario general de la ONU, António Guterres, el monarca acusó a Tel Aviv de realizar "actos de provocación" en el recinto religioso, lo que provocó una violación del "status quo legal e histórico" de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, recoge Reuters.

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Además, el Ministerio de Exteriores de Jordania informó que entregó este lunes una protesta oficial al encargado de negocios de Israel en el país, para que este instara a su Gobierno "a detener inmediatamente las violaciones provocadoras e ilegales" en la mezquita de Al-Aqsa.

Por su parte, la Cancillería de Israel reaccionó a la protesta oficial de Jordania, reafirmando que este tipo de medidas "perjudican los esfuerzos para lograr la calma en Jerusalén", además de que "brindan apoyos a los que causan daños a la santidad de las fiestas religiosas y usan la violencia, que ponen en peligro la vida de los musulmanes y judíos por igual", por lo que exhortó a la comunidad internacional para que ayuden a Israel "en sus esfuerzos de lograr la calma" en la región.

Entre tanto, el primer ministro de Israel, Naftali Bennett, dijo que ve "con la mayor severidad" los comentarios que culpan a Tel Aviv por la violencia y reiteró que "esta es una recompensa para los incitadores, especialmente Hamás, que están tratando de encender la violencia en Jerusalén", por lo que no permitirá "que esto suceda". De esta manera, Bennett reaccionó a las declaraciones del primer ministro jordano, Bisher Al-Khasawneh, quien se pronunció en solidaridad con los palestinos que arrojaron piedras a las autoridades policiales de Israel.