Las negociaciones que Alemania mantiene con Catar sobre la entrega de gas natural licuado procedente del país árabe se habrían atascado debido a las discrepancias que ambas naciones mantienen en relación con las condiciones clave de un eventual acuerdo, informa Reuters, que cita a personas familiarizadas con el asunto.
Berlín, que a finales de marzo pactó una "asociación energética a largo plazo" con Doha, busca actualmente reducir su dependencia del gas ruso —que el año pasado ascendía al 55 % de todo su gas natural— mediante la construcción de terminales de gas licuado que asegurarían las entregas desde Catar. Sin embargo, nuevas informaciones señalan que Alemania se ha enfrentado a retos inesperados en su carrera para diversificar los suministros.
Una de las discrepancias fundamentales entre las partes que imposibilita el acuerdo es la duración de los contratos. Mientras Catar presiona para llegar a un acuerdo de al menos 20 años, Alemania se muestra renuente a las exigencias en vista de su objetivo de reducir las emisiones de carbono en el país al 88 % para el año 2040.
Las fuentes también señalan que la nación árabe planea prohibir que Alemania redirija el gas adquirido a otras zonas de Europa, medida por la que la Unión Europea parece apostar en el caso de que Rusia corte el suministro.
Mientras, expertos consultados por Reuters recuerdan que Catar se adhiere firmemente a la indexación del petróleo, sistema que vincula los contratos con los precios del crudo. "Para asegurar los suministros, se espera que el equipo alemán necesite aceptar la estructura tradicional de la vinculación al petróleo", dijo Felix Booth, jefe del departamento del gas natural licuado de la empresa energética Vortexa, al señalar que se trata de "una exposición financiera significativa" para el comprador europeo.
Dadas las diferencias fundamentales, en un futuro próximo no se espera que Alemania asegure los suministros necesarios desde Catar, indicó una de las fuentes del medio.