El Gobierno de EE.UU. anunció este lunes la flexibilización de las restricciones a viajar a Cuba y al envío de remesas de dinero a familiares, entre otras medidas que serán adoptadas "en apoyo del pueblo cubano", informó el Departamento de Estado norteamericano.
Las medidas revierten en parte las duras políticas implementadas por el presidente Donald Trump (2017-21), pero no alcanzarían para igualar el histórico acercamiento ocurrido a partir de 2014, durante el gobierno de Barack Obama.
En primer lugar, la administración de Joe Biden indicó que restablecerá el Programa de Libertad Condicional para la Reunificación Familiar Cubana (CFRP, por su siglas en inglés), a la vez que incrementará los servicios consulares y el procesamiento de visas, con el objetivo de que "más cubanos se unan a sus familias" en EE.UU., a través de los canales regulares de migración.
"Facilitaremos que las familias visiten a sus parientes en Cuba y que los viajeros estadounidenses autorizados se relacionen con el pueblo cubano, asistan a reuniones y realicen investigaciones", indica el comunicado.
Entre las medidas analizadas figura el levantamiento del tope para las remesas a familiares, actualmente de 1.000 dólares por trimestre, así como la autorización de donaciones a personas que no sean parientes.
Sin embargo, se mantendrá la vigencia de una lista de empresas vinculadas con el gobierno y las fuerzas armadas de Cuba con las que los estadounidenses tienen prohibido hacer negocios.
Asimismo, la Casa Blanca buscará fomentar el crecimiento del sector privado de Cuba apoyando un mayor acceso a los servicios de Internet, aplicaciones y plataformas de comercio electrónico que operan en EE.UU. "Con estas acciones pretendemos apoyar las aspiraciones de libertad y mayores oportunidades económicas de los cubanos para que puedan llevar una vida exitosa en su hogar", señaló el Departamento de Estado.
"Un paso limitado en la dirección correcta"
Tras el anuncio de la gestión Biden, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba emitió una declaración en la que califica las medidas como "positivas", pero de alcance "muy limitado".
"Los anuncios no modifican en lo absoluto el bloqueo, ni las medidas principales de cerco económico tomadas por Trump, como los listados de entidades que están sometidas a medidas coercitivas adicionales, ni elimina las prohibiciones a los viajes de los estadounidenses", manifestó la Cancillería.
Para la Habana, este giro político "no revierte la inclusión arbitraria y fraudulenta de Cuba en la lista del Departamento de Estado sobre países que supuestamente son patrocinadores del terrorismo, una de las principales causas de las dificultades con las que tropieza" el país para sus "transacciones comerciales y financieras en muchas partes del mundo".
De acuerdo al análisis del gobierno cubano, se trata de "un paso limitado en la dirección correcta", que responde a "la denuncia del pueblo y del gobierno cubanos", y también a "los llamados de la sociedad estadounidense y de los cubanos residentes en ese país".
No obstante, el ministerio de Relaciones Exteriores, señaló que, "para conocer el alcance real de este anuncio, deberá esperarse por la publicación de las regulaciones que las implementen".
El mes pasado, los gobiernos de Cuba y EE.UU. retomaron las conversaciones bilaterales para atender el tema migratorio y la obtención de visados, luego de una pausa de cuatro años y en medio de una acentuada crisis migratoria.
Este lunes, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, acusó a la Casa Blanca de poner en marcha "campañas de desinformación" en la isla para "provocar un estallido social". Y cuestionó la decisión de Washington de no invitar a su Gobierno a la Cumbre de las Américas del mes próximo, cuando "debería tener la capacidad y la valentía de escuchar a todos".