El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha denunciado que las pandillas en el país "están tratando de evolucionar hacia una guerrilla" con ayuda de organismos internacionales, ciertas ONG y la oposición salvadoreña.
"Las capturas de pandilleros se están dando cada vez más en campamentos clandestinos en zonas rurales. Está claro que las pandillas están tratando de evolucionar hacia una guerrilla, ya que les es imposible enfrentar a nuestros agentes y a nuestras tropas en las zonas urbanas", escribió Bukele este sábado en su cuenta de Twitter.
"Esta 'evolución' la hacen bajo el auspicio de organismos internacionales, [las] ONG y de la oposición, quienes les dan cobertura legal, mediática, política y financiera", añadió en otro tuit, señalando que no permitirá dicha evolución. La Policía y las Fuerzas Armadas "están desarticulando de tres a cuatro campamentos diarios" en zonas rurales, y "en todos ellos encuentran armamento, droga, dinero, equipo de comunicación, documentos de extorsión y por supuesto pandilleros, quienes, en casi todos los casos, abren fuego" contra las fuerzas del orden, continuó.
"En 1992 la guerra no terminó"
Durante el evento de presentación del informe de su tercer año de mandato ante el Congreso, celebrado la semana pasada, Bukele aseguró que El Salvador está "a punto de ganar la guerra contra las pandillas", algo que hasta hace poco "muchos pensaron que era imposible".
"En tres años hemos arrebatado a los poderes facticos su autoridad y se la hemos dado al pueblo salvadoreño como lo prometí", dijo en medio de una gran ovación. "En 1992 la guerra [civil salvadoreña] no terminó, solo cambió de forma", comentó. Acusó de las décadas de violencia a "elite política, empresarial", a los pésimos sistemas de salud y educación, y a las "políticas públicas diseñadas para beneficio privado", lo que provocaron el surgimiento de las pandillas, convirtiéndolo en un "monstruo".
El mandatario también arremetió contra organismos que denunciaron violaciones de los derechos humanos por parte de los cuerpos de seguridad durante el régimen de excepción, decretado el pasado marzo, y señaló que ahora El Salvador "es un país soberano" y que tomará las decisiones "correctas" en beneficio de la sociedad salvadoreña.
"Tenemos dos meses con el régimen de excepción y la gente ya sabe cómo es vivir sin pandillas", concluyó el presidente. Al respecto, los resultados de una reciente encuesta revelaron que 9 de cada 10 salvadoreños (88,2 %) consideran que en la actualidad la delincuencia en el país ha disminuido.