El jefe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, declaró este miércoles en una entrevista para Financial Times que Europa debe prepararse sin demora para un posible corte total de los suministros de gas desde Rusia este invierno.
"Europa debe estar preparada en el caso de que el gas ruso se corte por completo", dijo Birol al señalar que el motivo de la urgencia es la disminución de los suministros energéticos rusos a la región.
La semana pasada, la empresa estatal rusa Gazprom advirtió que se ve obligada a reducir el flujo de gas a través del gasoducto Nord Stream, una de las principales rutas de suministro de gas ruso a Europa. Según indicó la empresa, el motivo se debe a que la compañía alemana Siemens aún no le había devuelto el equipo técnico utilizado para bombear el gas, que se encontraba en reparación.
El director ejecutivo de la AIE opinó al respecto que Moscú podría sacar provecho de sus recursos energéticos para obtener "ventajas" en el conflicto en Ucrania. "Creo que los cortes van encaminados a evitar que Europa llene sus depósitos e incrementar las ventajas de Rusia durante los meses de invierno", afirmó. De acuerdo con Birol, el racionamiento de gas es una posibilidad real para la región en caso de una mayor disminución del flujo del gas ruso.
¿El carbón, la solución a la crisis?
En los últimos días, varios países europeos elevaron el nivel de alerta en el territorio nacional ante el agravamiento de la situación energética en el bloque comunitario. La Agencia de Energía de Suecia decidió activar el nivel de alerta temprana en el sur y el oeste del país ante un posible "deterioro del suministro de gas". Una decisión similar fue anunciada también por Dinamarca que declaró el nivel de alerta temprana "debido a la incertidumbre sobre el suministro de gas de Rusia".
Si bien esta fase no presenta cambios significativos al uso del gas y se centra en el monitoreo más cercano de la situación energética, otros Estados ya declararon medidas más drásticas en el caso de que Rusia decida cerrar el grifo.
Así, Alemania presentó su nuevo plan de emergencia que prevé intensificar el uso de las centrales eléctricas de carbón como fuente alternativa de energía para la producción de electricidad y abrir las plantas actualmente inactivas.
Austria también anunció una medida que permite utilizar una central inactiva para general electricidad proveniente del carbón. Por su parte, Países Bajos comunicó este lunes que autoriza hasta 2024 el pleno funcionamiento de las tres centrales carboneras que quedan en la nación, cuyo rendimiento se había limitado hasta ahora a un 35 %.
"Una línea delgada"
Sin embargo, dichas medidas podrían señalar un desvío de la política verde de la UE. Este martes, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, recordó a los países miembros los peligros del uso excesivo de "combustibles fósiles contaminantes" en su carrera para reemplazar la energía rusa. "Es una línea delgada y no está claro si tomaremos el buen camino", manifestó.
No obstante, el jefe de la AIE considera que las medidas son justificables debido a su carácter temporal y podrían ayudar a preservar los depósitos de gas para el próximo invierno. Según Birol, cualquier impacto negativo en el medioambiente se compensará si los países eventualmente aceleran sus iniciativas verdes. Además, aconsejó que pospongan el cierre de las centrales nucleares mientras las condiciones de seguridad lo permitan.
Al mismo tiempo, opinó que los pasos tomados de momento son insuficientes para hacer frente a un posible corte total, si bien considera que los países optarán por aplicar medidas "más profundas" mientras se acerca el invierno.