Convocan un paro nacional en Argentina mientras la crisis por los combustibles se extiende por América Latina
La Justicia argentina investiga la muerte de un camionero tras haber sido atacado con piedras al tratar de evitar un piquete durante una protesta de transportistas, mientras los trabajadores de ese sector amenazan con intensificar aún más los bloqueos de los últimos días ante la falta de gasoil.
La llamada Mesa de Enlace, integrada por las principales cámaras de productores del país, anunció un paro nacional para el próximo miércoles 13 de julio.
La crisis por los precios de combustible y los problemas de abastecimiento es causada por los sacudones del mercado a raíz de las sanciones a Rusia por el conflicto en Ucrania. Todo indica que la situación se está agravando no solo en territorio argentino, sino también en el resto de los países de la región, donde aumenta la conflictividad porque los gobiernos no pueden satisfacer los reclamos.
En Brasil, por ejemplo, el mayor problema son los precios de los combustibles. Tanto es así, que se han detenido vehículos en la frontera con Argentina tratando de contrabandear combustibles aprovechando la diferencia del valor.
"El encarecimiento de los precios de los alimentos y la energía dificulta mucho más la situación y, por lo tanto, hay que prever un crecimiento del descontento, de la protesta, del conflicto social"
Según cifras oficiales, en los cuatro años del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, que llegó al poder en 2018, el combustible subió casi lo mismo que lo que aumentó en todo el mandato del Partido de los Trabajadores, liderado por Luiz Inácio Lula da Silva, en los 13 años anteriores.
Esta semana, Bolsonaro informó que habló con su homólogo ruso, Vladímir Putin, para intentar comprar diesel a este país a un precio más barato. Mientras tanto, los transportistas brasileños no descartan endurecer sus reclamos con cortes de ruta y movilizaciones como las que se llevan a cabo en otros países latinoamericanos.
"Crecimiento del descontento"
Julio Gambina, economista de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas de Argentina, alertó de la gravedad que tendrá el "impacto económico y social para los sectores más empobrecidos de la región".
"Hay que pensar que ha crecido la conflictividad social en América Latina en estos últimos tiempos (...) el encarecimiento de los precios de los alimentos y la energía dificulta mucho más la situación y, por lo tanto, hay que prever un crecimiento del descontento, de la protesta, del conflicto social", advirtió.
El experto destaca que "los gobiernos tendrán que pensar mecanismos y soluciones alternativas".
Sin duda, el caso más grave es Ecuador, donde el reclamo por el congelamiento de los precios de los combustible es una de las demandas centrales que todavía tiene en jaque al Gobierno de Guillermo Lasso. En medio de las protestas, el presidente anunció un paquete de 600 millones de dólares de beneficios, que no ha logrado detener el nivel de conflictividad
Mientras, en Panamá las medidas de fuerza reclaman la eliminación del impuesto al combustible a nivel nacional y también una baja del precio al combustible al consumidor.
En Perú, el Gobierno de Pedro Castillo también enfrenta una serie de medidas de fuerza en rechazo al alza de los precios. Según la Cámara de Comercio de Lima, la paralización de las actividades por las protestas estaría produciendo pérdidas diarias por unos 20 millones de dólares de productos de agroexportación y pesca tradicional.