Arranca en Paraguay la cumbre del Mercosur en un clima de tensiones por el tratado comercial que Uruguay quiere cerrar con China
Este miércoles, en la ciudad paraguaya de Luque, a unos 10 kilómetros de la capital Asunción, comienza la cumbre de los países que integran el Mercado Común del Sur (Mercosur), bajo un clima de tensiones por el interés de Uruguay en concretar un acuerdo bilateral de libre comercio con China.
Será la primera vez que los representantes de los países miembro se reúnan de manera presencial desde que se desató la pandemia de coronavirus, ya que el último encuentro cara a cara se dio en diciembre de 2019.
El encuentro arranca este miércoles con la reunión de los cancilleres del bloque, que servirá para preparar los temas que un día más tarde, el jueves, analizarán y debatirán los presidentes.
La reunión se llevará a cabo en el Centro de Convenciones de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), en Luque. Los mandatarios de Argentina, Paraguay y Uruguay, Alberto Fernández, Mario Abdo Benítez y Luis Lacalle Pou, respectivamente, confirmaron su participación en el cónclave.
El anuncio de un posible Tratado de Libre Comercio (TLC) de Uruguay con China provocó cuestionamientos desde Buenos Aires y Asunción, ya que contraviene los estatutos del Mercosur.
Sin embargo, la participación del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, todavía es una incógnita. Si bien la semana pasada informó que no asistiría, más tarde dejó abierta la posibilidad a un cambio de postura. En cualquier caso, el país estará representado por sus ministros de Economía, Paulo Guedes, y de Relaciones Exteriores, Carlos Alberto Franca,
"Un tema incómodo"
De confirmarse la ausencia de Bolsonaro, esta no será la noticia más resonante de este importante encuentro regional. La semana pasada, el presidente uruguayo anunció que su Gobierno había concluido un estudio de factibilidad para un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, un hecho que provocó cuestionamientos desde Buenos Aires y Asunción porque contraviene los estatutos del Mercosur.
Sucede que el bloque, en sus tratados inaugurales, establece una política comercial-aduanera unificada, y afirma que las negociaciones con países externos deben contar con la participación y el aval de todos los estados parte. Para el viceministro de Relaciones Económicas e Integración de Paraguay, Raúl Cano, el avance de Uruguay en solitario es "un tema incómodo", según dijo en una entrevista con EFE, plegándose a la posición de su par argentino Santiago Cafiero, que señala la necesidad de "consenso".
Al dar a conocer los avances con sus pares asiáticos durante una rueda de prensa, Lacalle Pou ratificó la pertenencia de Uruguay al Mercosur, pero manifestó que su país "debe abrirse al mundo y debe establecer todo tipo de acuerdos con distintas naciones". China es el principal socio comercial del Mercosur, ya que tiene una participación del 29 % en el total de exportaciones del bloque, y se lleva el 25 % de las importaciones en su conjunto.
El lunes, Lacalle Pou afirmó que las normativas del organismo sudamericano lo "amparan" para tomar una decisión unilateral, aunque luego trató de bajarle el tono a la polémica. Ante los medios locales, sostuvo que la idea es "avanzar en conjunto" con el resto de los países del Mercosur. Esto tendría una mejor recepción dentro del bloque, sobre todo teniendo en cuenta que el Ministerio de Comercio de China afirmó que está "abierto" a negociar con "otros miembros" del Mercosur.
De todas maneras, es posible que la postura uruguaya cause confrontaciones en la cumbre, en especial con el mandatario argentino, uno de los más acérrimos defensores de la integración regional y el proteccionismo comercial. Ya en marzo del año pasado, coincidiendo con el 30.º aniversario del Mercosur, Lacalle Pou dijo que al no permitir la flexibilización, el bloque estaba siendo un "lastre" para su país, a lo que el presidente argentino respondió que quien considere que el Mercosur es un lastre, puede "tomar otro barco".
En esta cumbre, Paraguay dejará la presidencia pro tempore del organismo, que será asumida por Uruguay.
En cuanto a Brasil, es posible que Lacalle Pou haya buscado el apoyo expreso de Bolsonaro para lograr la apertura comercial, que ambos pregonan, antes de un posible cambio de Gobierno en el gigante latinoamericano. Pero el mandatario conservador está hoy más preocupado por la campaña electoral para las elecciones presidenciales de octubre, que tiene al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva como favorito en las encuestas.
Vale aclarar que Venezuela, que también es un miembro pleno, fue suspendida hace 5 años por "incumplimientos" comerciales, aunque en ese entonces los cuestionamientos de Argentina, Brasil y Paraguay, con Mauricio Macri, Michel Temer y Horacio Cartes como líderes derechistas en esos países, tenían más que ver con su actualidad política y el desconocimiento al Gobierno de Nicolás Maduro.
Comercio récord
Mientras arrecian las disputas internas por flexibilizar o no el bloque, poniendo en riesgo su funcionamiento, los números del Mercosur indican que lo mejor que podría ocurrir para la región sería no solo mantenerlo, sino reforzarlo. Máxime teniendo en cuenta los efectos negativos que han dejado en la economía global la pandemia de coronavirus y el conflicto entre Rusia y Ucrania.
De acuerdo a los datos oficiales publicados el mes pasado, el comercio intra Mercosur en 2021 fue de 41.000 millones de dólares, lo que implicó un aumento de 42 % con relación al año 2020 y de 24 % respecto a 2019. Se trata, además, del valor más alto desde 2014.
Asimismo, el saldo de la balanza comercial del bloque arrojó un superávit de 79.000 millones de dólares en 2021, el más elevado desde la existencia del Mercosur.
Reducción del Arancel Externo Común
Las autoridades de los países miembros y asociados del Mercosur acordaron revisar en la reunión de este jueves el Arancel Externo Común (AEC) del bloque.
En la agenda de los mandatarios también está discutir los avances sobre un acuerdo comercial "de última generación" con Singapur y el seguimiento del tratado suscrito en 2019 con la UE.
Desde la creación del Mercosur, en 1994, el AEC ha sido establecido con la intención de poner un impuesto a terceros países por ingresar mercancías al territorio del bloque, a fin de proteger la industria local de cada integrante.
En octubre del año pasado, Brasil y Argentina acordaron reducir en un 10 % el AEC, aunque sin la adhesión de Uruguay. Luego, en mayo, el Gobierno brasileño redujo en un 10 %, en forma "temporaria y excepcional", los aranceles de importación para 6.195 productos, entre los que se destacan bienes como porotos, carnes, pastas, galletas, arroz, materiales de construcción, entre otros. Pero la determinación fue cuestionada por el resto de las naciones por considerarla unilateral e inconsulta.
Serán analizados también en la cumbre los avances sobre un acuerdo comercial "de última generación" con Singapur y el seguimiento del tratado suscrito en 2019 con la Unión Europea.
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