Las autoridades ecuatorianas encontraron armas de fuego de diferente calibre, municiones, machetes, cuchillos, tijeras, destornilladores y hasta un martillo en el Centro de Privación de Libertad (CPL) Santo Domingo N° 1, donde se registró una masacre el pasado lunes.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) informó que también se encontraron teléfonos celulares y "otros objetos prohibidos" en la prisión.
Estos objetos fueron encontrados durante una requisa que realizaron los funcionarios del SNAI, de la mano de la Policía Nacional en los pabellones del CPL Santo Domingo N° 1, tras el motín.
El SNAI también informó que, con el apoyo de grupos especiales de la Policía, realizaron el traslado de 17 presos desde ese centro carcelario o otras cárceles del país, "con el objetivo de precautelar su seguridad".
45 piezas humanas
El martes, las autoridades actualizaron la cifra de muertos en la masacre. Al principio se había informado sobre 13 reos asesinados, pero luego se aclaró que fueron 12 y se hizo referencia a la crueldad de esta masacre, señalando que los cuerpos fueron desmembrados, por lo que se encontraron por "piezas".
"Equipos de inspección ocular técnica levantaron 45 piezas humanas en el CPL de Santo Domingo, serían 12 cadáveres y no 13. Se desplazan antropólogos forenses y médicos legistas para realizar las autopsias de los cuerpos desmembrados. El proceso llevará días", informó el ministro del Interior, Patricio Carrillo, a través de su cuenta en Twitter.
La información fue confirmada por la Fiscalía General del Estado (FGE), también a través de sus redes sociales.
El coronel Ricardo Paz y Miño, director de Criminalística, informó que ya se han identificado a siete de los cadáveres, de los cuales uno corresponde a un ciudadano extranjero, concretamente venezolano.
"Estamos esperando que el Consulado nos realice la validación de sus documentos, para poder realizar la entrega", manifestó Paz y Miño.
¿Qué originó la masacre?
Según Carrillo, este nuevo hecho violento se habría generado luego de que un grupo que estaba en formación pretendiera sublevarse de una banda.
En concreto, señaló que una facción del grupo R7, que es un apéndice de los Chone Killers, había sido alertada de la supuesta formación, e intento de sublevarse, de otro grupo liderado por José Gregorio Ramírez Guerrero, alias 'Goyo', quien también fue una de las víctimas del reciente amotinamiento.
Desde 2020, en el país suramericano han muerto más de 400 reos en las prisiones. Ese año fueron 46, el año pasado 316 y en lo que va de 2022 cerca de 80.
Solo durante la administración actual, que arrancó en mayo de 2021, se han registrado al menos seis matanzas dentro de las cárceles, incluyendo la peor masacre penitenciaria de la historia del país, que ocurrió el 28 de septiembre de 2021 en el CPL Guayas No. 1, ocasionando la muerte de 122 personas.
En marzo pasado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recomendó al Estado ecuatoriano, para frenar esta violencia en las prisiones, realizar acciones tendientes a recuperar la completa autoridad en la administración de la gestión penitenciaria; establecer patrones de vigilancia continua al interior de los centros que permitan prevenir amotinamientos y restablecer las condiciones de seguridad; e instaurar programas especializados de formación y capacitación para el personal encargado de la seguridad de las cárceles.
También sugirió formular estrategias y políticas encaminadas a la promoción de una cultura propicia para la resolución pacífica de conflictos; adoptar las medidas judiciales, legislativas y administrativas requeridas para contar con una política criminal integral, y en consecuencia, reducir la población carcelaria; garantizar condiciones de detención compatibles con la dignidad humana y con el respeto de los derechos humanos; fortalecer los programas de reinserción social, entre otras recomendaciones.