La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, advirtió que en Perú "los movimientos antiderechos están ganando terreno".
"La polarización se ha profundizado en los últimos meses y hay indicios preocupantes de que los movimientos antiderechos están ganando terreno", dijo Bachelet en una conferencia de prensa en Lima el miércoles, durante su último día de visita a Perú.
La alta comisionada, que estuvo en el país suramericano desde el lunes, manifestó su preocupación porque "el discurso de odio contra adversarios, migrantes y otros, y la discriminación y la violencia puedan exacerbarse durante las elecciones locales y regionales que se celebrarán en octubre".
Bachelet se refirió, en específico, al proyecto de ley con el que se busca cambiar el nombre del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables por "Ministerio de la Familia y Poblaciones Vulnerables", cuestión que ha provocado protestas de organizaciones feministas en el país.
"Alguien podría decir: 'qué importa, es un cambio de nombre'; pero lo que está detrás es también cómo uno mira la situación de la mujer en el Perú, cómo uno no se hace cargo de las mujeres, que son un sector más marginalizado y discriminado. Son iniciativas que parecieran menores, pero hay de trasfondo una agenda antiderechos que me preocupa", manifestó al respecto.
Sin embargo, resaltó que el país cuenta con "un valioso movimiento de derechos humanos que sigue luchando incansablemente por la justicia" y, también, con funcionarias comprometidas con los derechos humanos.
"Debo decir que admiro la valentía y la fuerza de las personas defensoras de derechos humanos que desempeñan un papel inestimable en la sociedad peruana en medio de los riesgos persistentes", enfatizó.
Visita de dos días
"Esta visita me ha permitido comprender mejor tanto los avances en materia de derechos humanos como los retos a los que se enfrenta el país, su gente y sus instituciones", dijo Bachelet en rueda de prensa.
Señaló que muchas de las personas con las que se reunió "han subrayado que solo la acción de todos los sectores puede evitar el retroceso en el respeto —y la consecución— de los derechos humanos".
Durante su estancia de dos días en Perú, Bachelet se reunió con el presidente del país, Pedro Castillo; el canciller, César Landa, y otros miembros del Gabinete de Gobierno.
También llevó a cabo reuniones con congresistas de distintos partidos políticos y con representantes del poder Judicial, la Defensoría del Pueblo, la sociedad civil, el sector privado, los pueblos indígenas y las víctimas de violaciones de derechos humanos.
Otros encuentros fueron con las autoridades electorales y miembros del Acuerdo Nacional, una plataforma para el diálogo.