"A partir de ahora se inicia una guerra fría entre China y EE.UU.": Expertos revelan las consecuencias del viaje de Nancy Pelosi a Taiwán
China no logró impedir la llegada de la alta legisladora estadounidense Nancy Pelosi a Taiwán: su avión aterrizó allí este martes pese a las advertencias de "contramedidas decididas". Pero ahora que la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU. abandonó ese territorio autogobernado, las relaciones entre Washington y Pekín no volverán a ser como antes, advierten varios expertos.
El mismo día en que arribó a la isla la tercera persona más prominente en la jerarquía política estadounidense, China inició ejercicios militares con fuego real en el estrecho de Taiwán, y advirtió acerca de una serie adicional de prácticas de esa índole a partir del 4 de agosto en varias zonas en torno a la isla. Asimismo, impuso sanciones económicas que afectan las importaciones de productos alimenticios taiwaneses.
La llegada de Pelosi al aeropuerto de Taipéi provocó una intensa movilización de equipos bélicos en la zona cercana a la isla, tanto por parte de China como de Taiwán y Estados Unidos, intensificando los temores de un posible conflicto militar.
"Xi Jinping no pondrá la otra mejilla"
El comentarista político Borís Mezhúyev afirmó al periódico Vzgliad que si los chinos hubieran conseguido de algún modo mantener el avión de Pelosi lejos de la isla, Estados Unidos hubiera sufrido una pérdida de reputación: "Habría quedado claro que Washington había sucumbido al chantaje de Pekín". "Pero Pelosi aterrizó sin problemas, y esto es una bofetada para China. El presidente Xi Jinping no pondrá la otra mejilla", considera el experto.
Mezhúyev estima que a partir de ahora la maquinaria bélica enfilada hacia Taiwán se irá preparando de forma constante y que "una acción militar contra la isla podría tener lugar este mismo año".
"Tal vez Xi Jinping pronuncie pronto algún tipo de discurso, anunciando un curso de dura confrontación con Washington sobre el asunto taiwanés. Nadie convencerá ahora a China de que EE.UU. esté dispuesto a dialogar con ella. Y nadie convencerá a China de que actúe contra Rusia", dijo Mezhúyev.
El experto asegura que "a partir de ahora se inicia una guerra fría" entre China y EE.UU., que "pondrá a otros países, que en general no querrían elegir entre ambos, ante una elección".
"La humanidad en su conjunto sólo tendrá con esto pérdidas: estamos hablando de una nueva guerra fría, comparable a la que tuvo la Unión Soviética con Estados Unidos", precisó.
"Un paso más hacia un conflicto militar"
El politólogo Timoféi Bordachev, director del programa euroasiático del club internacional de debates Valdái, considera también que Pekín no tolerará la humillación por parte de Estados Unidos.
Aunque duda que lo ocurrido tenga mucho impacto en la reputación de China entre sus vecinos asiáticos en este momento, el experto opina que la humillación recibida de Occidente les dará una lección importante a los chinos.
"Habrá una mayor conciencia sobre con quién están tratando, y acerca de lo limitada que es por el momento su capacidad para defender sus intereses sin recurrir a la fuerza", dijo.
Aseguró que las relaciones entre China y Estados Unidos empeorarán. "Se ha dado un paso más hacia un conflicto militar a gran escala entre estos países", considera el analista.
- La visita de Pelosi a Taiwán ha agravado las tensiones entre EE.UU. y China, cuyas relaciones se encuentran en su peor estado desde que ambos países establecieran nexos diplomáticos en 1979. Se trata del primer viaje de un presidente de la Cámara de Representantes a la isla en 25 años.
- Pekín considera a Taiwán como parte irrenunciable de su territorio, e insiste en que cualquier negociación con la isla que pase por encima del Gobierno central viola el principio clave de su política de una sola China. La mayoría de los países, incluida Rusia, reconocen a la isla como parte integral de la República Popular China.
- Aunque Washington no reconoce diplomáticamente a Taiwán —que se autogobierna desde 1949 con una administración propia, como país independiente—, mantiene una política de ambigüedad estratégica hacia la isla, reservándose el derecho a mantener relaciones especiales con Taipéi, que, en su opinión, toma sus propias decisiones.