Comienzan a construir en Japón las instalaciones para liberar agua de la central nuclear de Fukushima al Pacífico
Japón ha anunciado que este jueves empezará a construir las instalaciones necesarias para verter al océano agua tratada de la central nuclear de Fukushima, según informó el operador de la central, citado por medios locales. Las medidas se tomarán a pesar de la fuerte oposición tanto en el país como en el extranjero.
El pasado miércoles, la Compañía Eléctrica de Tokio reiteró en una conferencia de prensa su intención de liberar en el Pacífico más de un millón de toneladas de agua radiactiva, que fue utilizada para enfriar los reactores del complejo nuclear de Fukushima tras el accidente de 2011.
Hace una semana, la Autoridad Reguladora Nuclear de Japón aprobó el plan para verter agua tratada mediante el Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos (ALPS) a alrededor de un kilómetro de distancia de la costa, proceso que se espera comience en 2023 y tarde unos 30 años en completarse.
Aunque el sistema de filtrado ALPS reduce la contaminación radiactiva, el tratamiento actualmente no puede eliminar la presencia de tritio. Por lo tanto, antes de verter los residuos nucleares, el Gobierno planea diluirlos con agua de mar a una cuadragésima parte del estándar nacional, detalla la prensa local.
La decisión ha provocado una fuerte oposición por parte de los sindicatos de pescadores de la región, que temen un impacto medioambiental y económico negativo. Por su parte, países vecinos como China y Corea del Sur también han expresado su preocupación.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, aseveró que "la eliminación de agua contaminada con energía nuclear en Fukushima podría afectar el medio ambiente marino mundial y la salud pública de los países de la costa del Pacífico" y que "de ninguna manera es un asunto privado de Japón".