El ministro de Recursos Naturales de Canadá, Jonathan Wilkinson, defendió este jueves la decisión de su país de enviar de vuelta a Alemania la turbina reparada del Nord Stream 1 pese a los argumentos de Ucrania a favor de sus propios gasoductos, que fueron poco convincentes, informa Bloomberg.
Las capacidades de las tuberías que atraviesan Ucrania son limitadas, por lo que los flujos de gas ruso que llegarían a Alemania mediante estas serían "significativamente inferiores" a los que puede mover el Nord Stream 1, afirmó el funcionario ante un comité parlamentario. Además, en el contexto del conflicto actual, existe la posibilidad de que Moscú pueda reducir el volumen de gas transportado a través de territorio ucraniano, por lo que sería arriesgado confiar en esa vía de suministro, añadió.
Antes de tomar la decisión de devolver la turbina, las autoridades canadienses consultaron con los expertos técnicos de la Agencia Internacional de la Energía y funcionarios de Alemania, la Unión Europea y la OTAN, detalló Wilkinson. El ministro expresó una opinión similar a la de Berlín, que piensa que ahora Moscú ya no tendría razones para restringir los envíos de gas al país germano a través del Nord Stream 1.
Más tarde, la embajadora ucraniana en Ottawa, Yuliia Kovaliv, se manifestó en contra a las declaraciones del funcionario canadiense. Según la diplomática, el sistema de gasoductos ucraniano es el único fuera del control de Rusia y este sistema suministra actualmente más gas que el Nord Stream 1, cuyas capacidades se han reducido al 20 % desde el 27 de julio debido al paro de dos turbinas.
Por su parte, la gasística rusa Gazprom declaró este jueves que la devolución de la turbina se ve imposibilitada por las sanciones antirrusas impuestas por Canadá, Reino Unido y los países europeos, y por el incumplimiento de las cláusulas del contrato por Siemens, la empresa fabricante del motor.