Reclasificada: una minúscula criatura sin ano de hace 500 millones de años no es el antepasado humano más antiguo

Un grupo de científicos ha resuelto el misterio de un animal microscópico que vivió en nuestro planeta hace 500 millones de años.

El 'Saccorhytus coronarius' fue descrito por primera vez en 2017 y atribuido a un grupo de animales conocido como Deuterostomia. En ese momento, se pensó que era un ancestro de todos los vertebrados y, por consiguiente, también de los humanos, informa LiveScience.

Sin embargo, los autores del nuevo estudio, publicado en Nature, concluyeron que esta antigua criatura, que parece un "minión  furioso" sin ano, está más relacionada con los priapúlidos, conocidos en inglés como 'gusanos pene' (Priapulida), y con los invertebrados marinos quinorrincos (Kinorhyncha), que con los humanos.

Según los investigadores, los últimos resultados hacen un ajuste importante del árbol evolutivo y de nuestra comprensión de cómo evolucionó la vida en nuestro planeta.

Philip Donoghue, coautor del estudio y profesor de paleobiología en la Universidad de Bristol (Reino Unido), dijo que su equipo siempre ha estado convencidos de que 'S. coronarius' debe ser reclasificado. "Estoy seguro de que algunas personas se sintieron aliviadas de que no descendamos de sacos de bolas arrugados", bromeó.

Un fósil de un 'gusano fálico' completa la cadena evolutiva de los cuerpos blandos

Esta especie del Cámbrico Temprano mide solo alrededor de 0,5 mm de largo y fue hallada en microfósiles en la provincia de Shaanxi, en el noroeste de China. Los autores del estudio -científicos de China y Reino Unido- utilizaron un sincrotrón, un tipo de acelerador de partículas, para tomar imágenes detalladas de rayos X del fósil con las que obtener detalles microscópicos de su estructura.

Su estudio terminó con la creación de un modelo 3D de la criatura y estableció su pertenencia a los ecdisozoos (Ecdysozoa), un superfilo del reino animal considerado uno de los ancestros de las arañas e insectos modernos.

La interpretación del 'Saccorhytus coronarius' del 2017 sugirió que las aberturas alrededor de su boca eran poros y posiblemente precursores de las branquias. Sin embargo, el nuevo estudio determinó que estas aberturas fueron causadas por espinas que atravesaban su cuerpo y que después desaparecieron durante la fosilización.