Las Fuerzas Armadas de Ucrania han vuelto a bombardear la central nuclear de Zaporozhie, situada en la ciudad de Energodar. Durante el ataque, cuatro proyectiles ucranianos alcanzaron el área de almacenamiento de isótopos radiactivos.
Desde el servicio de prensa del Ayuntamiento de Energodar, declararon este viernes a RIA Novosti que, mediante sus ataques contra la planta, Kiev continúa propagando el "terror nuclear mundial".
Se precisó que el bombardeo no dañó ni la infraestructura ni las zonas clave de la planta, y que el nivel de radiación sigue siendo normal.
Anteriormente, el Ministerio de Defensa ruso informó que Ucrania lanzó dos ataques con armas de artillería de gran calibre contra la central nuclear de Zaporozhie durante la última jornada. A causa del bombardeo, cuatro proyectiles explotaron en el área de la estación de oxígeno-nitrógeno, mientras uno más estalló cerca de una zona especial N.° 1.
La posición de artillería de las Fuerzas Armadas ucranianas, desde donde se llevó a cabo el ataque contra el territorio de la central nuclear, fue detectada en la región de Dnepropetrovsk, precisó el organismo.
Este jueves, el líder de Zaporozhie, Yevgueni Balitski, comunicó que la región sufrió 29 bombardeos en un solo día, precisando que 17 de ellos fueron efectuados contra la central nuclear. "Hubo bombardeos durante el día, fueron 29, registramos cada ataque", explicó Balitski, precisando que nueve de ellos impactaron contra la zona industrial, 17 directamente contra la planta de energía nuclear y tres más en el área de la ciudad de Kamenka-Dneprovskaya.
Desde el pasado 5 de agosto, tanto autoridades locales como rusas han denunciado reiteradamente los ataques directos contra la central de Zaporozhie por parte de Kiev. El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, insistió en que la continuidad de esas acciones bélicas podrían desencadenar un "accidente nuclear con consecuencias catastróficas para todo el continente europeo".
En paralelo, no cesan las acusaciones que pretenden culpar al Ejército ruso por los ataques y el agravamiento de la situación. Sin embargo, Moscú ha dejado claro que sus militares no tienen ningún motivo para bombardear la central nuclear y que, por el contrario, trabajan en coordinación con los empleados de la planta para evitar un desastre radioactivo.