Analista internacional: "Gorbachov, con sus luces y sus sombras, tiene un sitial ganado en la historia"
Nelson del Castillo, secretario general de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap), habló sobre la figura de Mijaíl Gorbachov, el último mandatario de la Unión Soviética, que ha fallecido este martes a los 91 años.
El corresponsal y analista internacional considera que el político quizás se precipitó a la hora de llevar a cabo la 'perestroika' (reconstrucción, reforma), porque no se crearon las condiciones para evitar un "descalabro" en la URSS, que —asegura— para una gran parte de la humanidad suponía una "esperanza" frente a la política de EE.UU. y de Occidente.
"Se le va a recordar como la persona que se dejó encantar, de algún modo, por [Ronald] Reagan y por [George] Bush padre en un proceso de tratar de alcanzar un mundo distinto, un mundo distinto en el que EE.UU. no estaba dispuesto a conceder mucho, de ahí que se empujara con otros sectores la disolución de la Unión Soviética", explicó.
Al respecto, indicó que el cambio que se produjo "en principio" no benefició al pueblo soviético, ya que provocó una inestabilidad, cuyas consecuencias, en su opinión, aún estamos viviendo hoy en día con la situación en Ucrania.
"No creó las condiciones internas"
"Asumió una política que todavía no estaba preparada la Unión Soviética para asumirla, y no creó las condiciones internas", continuó. "Definitivamente la historia se encargará de juzgar de un modo más preciso", añadió.
No obstante, Del Castillo afirma que hay que reconocer que Gorbachov "hizo grandes contribuciones" y trabajó de manera intensa para buscar un equilibrio geopolítico en plena Guerra Fría, logrando firmar con EE.UU. en 1987 el Tratado INF (Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio), que fue el primer paso de ambas superpotencias para la reducción de sus arsenales nucleares, algo que, destaca, "todavía beneficia a la humanidad".
"Gorbachov, con sus luces y sus sombras, tiene un sitial ganado en la historia, es más positivo que negativo, pero hay que señalar ese problema", aseveró. "Los que observamos la caída de la Unión Soviética con estupor sabemos que fue producto de muchas improvisaciones, tratando de complacer a sectores externos más que internos, en el sentido de una apertura que no estaban dadas las condiciones para alcanzarla", concluyó.
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