El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, afirmó este lunes en rueda de prensa que el objetivo principal del regulador nuclear de la ONU consiste en lograr el cese de los ataques contra la planta nuclear de Zaporozhie.
"Lo que realmente necesitamos es que Ucrania y Rusia se pongan de acuerdo en un principio muy simple: no bombardear la central", aseveró el alto funcionario, al tiempo que reconoció que alcanzar un acuerdo mayor podría ser difícil "debido a las configuraciones políticas".
Asimismo, Grossi indicó que ahora será más fácil controlar los ataques, ya que los observadores del OIEA están presentes en la planta para informar de si se producen o no bombardeos. También señaló que se está abordando el problema desde el punto de vista más práctico.
La ciudad de Energodar y la central nuclear de Zaporozhie permanecen bajo control ruso desde primeros de marzo. Sin embargo, el pasado mes de agosto se intensificaron los ataques lanzados contra la planta por tropas ucranianas, con el objetivo de crear una zona de exclusión de hasta 30 kilómetros y de acusar a Rusia de terrorismo nuclear, según el Ministerio de Defensa de Rusia.
Varios expertos, políticos y diplomáticos han destacado en numerosas ocasiones que los ataques contra la planta nuclear más grande de Europa podrían conducir a una catástrofe nuclear. En este contexto, el OIEA estableció una presencia continua en el lugar.