Más de 400 militares ucranianos han muerto o han resultado heridos a causa de los ataques rusos contra las posiciones del Ejército de Ucrania en las provincias de Nikoláyev y Járkov, así como en la República Popular de Donetsk, comunicó este viernes el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov.
En particular, varios puntos de emplazamiento de la 28.ª brigada de infantería motorizada ucraniana cerca de la ciudad de Nikoláyev han sido alcanzados por misiles de alta precisión. Asimismo, un cuartel y una base de capacitación de las fuerzas de operaciones especiales han sido destruidos en el municipio de Ochákov, en la provincia de Nikoláyev.
Además, un ataque de alta precisión destruyó las posiciones de la 80.ª brigada de ataque móvil cerca en la localidad de Séversk, en la República Popular de Donetsk (RPD). Además de las pérdidas infligidas al personal militar, han sido destruidas más de 3.000 municiones de artillería de distinto calibre.
En la localidad de Soledar, situada en el norte de la RPD, ha sido eliminado un sistema de misiles autopropulsado Osá-AKM (SA-8 Gecko, según la designación de la OTAN) de la defensa antiaérea ucraniana. Asimismo, cerca de la ciudad de Donetsk y en dos poblados de la provincia de Jersón han sido derribados cinco drones de Ucrania.
La parte ucraniana ha perdido al menos 20 unidades de maquinaria blindada y automóviles, según calcularon en Moscú tras estos últimos ataques. Además, han sido neutralizados más de 3.000 proyectiles de artillería reactiva y de cañón de distintos calibres.
Según datos recién publicados por el ministerio, el número de los tanques y otros equipos bélicos acorazados de Ucrania destruidos desde el pasado febrero se acerca a 5.000, mientras que el número de piezas de artillería destruidas en combates ronda las 3.400, incluidos morteros, y 293 aviones han sido abatidos.