El Departamento de Defensa de EE.UU. publicó este viernes una lista completa de las armas y otros equipos de ayuda militar suministrados a Ucrania desde el inicio del operativo ruso.
Concretamente, en la larga lista figuran: más de 1.400 sistemas antiaéreos Stinger, más de 8.500 sistemas antitanque Javelin, más de 32.000 de otros sistemas antiblindaje, más de 700 drones kamikaze Switchblade, 126 obuses de calibre 155 mm con unas 806.000 municiones, 2.000 proyectiles guiados de 155 mm, 16 sistemas de lanzamisiles múltiple HIMARS, 20 helicópteros Mi-17, 200 blindados de personal M113, unos 700 drones kamikaze Phoenix Ghost, más de 50 radares contra artillería, ocho sistemas de defensa aérea NASAMS, misiles antirradiación AGM-88 HARM y muchas otras armas, municiones, y unidades de técnica militar.
En términos monetarios, Washington ha brindado a Kiev asistencia militar por un valor de más de 15.100 millones de dólares desde el inicio de la actual fase del conflicto. Y en total, desde que el presidente Joe Biden asumió el poder, el Pentágono ha suministrado equipos por unos 15.800 millones de dólares a Ucrania.
Por su parte, las autoridades ucranianas solicitan el envío de más armas, centrando sus peticiones ante la Casa Blanca en la necesidad de dotarles de misiles de largo alcance.
¿Qué implicaría la entrega de misiles ATACMS?
Este lunes el diario The Wall Street Journal reportó que el nuevo pedido de Kiev incluye las entregas de misiles balísticos ATACMS, cuyo alcance es de 300 kilómetros y que puede ser lanzado desde los sistemas de lanzamisiles múltiple HIMARS o M270 MLRS que Ucrania ya dispone.
Sin embargo, la cadena CNN informó este jueves, citando a funcionarios, que en la Casa Blanca todavía no consideran necesario el envío de los ATACMS, al temer una mayor escalada de la situación, dado que Kiev podría lanzar dichos misiles contra el territorio ruso.
A finales de agosto subsecretario de Defensa para Asuntos Políticos de EE.UU., Colin Kahl, dijo que Kiev "actualmente no necesita ATACMS para los objetivos que directamente son relevantes en el combate presente". "Los HIMARS, usando los misiles GMLRS [con alcance de 70 kilómetros], han sido extraordinarios a la hora de permitir a los ucranianos dar servicio a los objetivos que necesitan dentro de Ucrania", destacó la semana pasada el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, en una rueda de prensa durante su visita a Praga (República Checa) sin mencionar los misiles en cuestión.
Por su parte, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, afirmó el jueves que en el caso de que Washington decida suministrar misiles de largo alcance a Ucrania, cruzaría "una línea roja" y "se convertirá en parte directa del conflicto".
Mientras, el asesor del jefe de la Oficina presidencial ucraniana, Mijaíl Podolyak, declaró este sábado que los suministros de misiles como ATACMS es "la cuestión de aceleración del final" del conflicto que podría acabar "dentro de unos tres o cinco meses" si estos envíos se hacen realidad.
"Cuanto antes consigamos estos volúmenes de armas, y los conseguiremos de todos modos, quiero que todos lo entiendan, porque la guerra no puede terminar de otro modo que en condiciones de Ucrania. Porque Rusia debe perder para la estabilidad del mundo", afirmó, citado por el diario Strana.ua.
Posible suministro encubierto en el futuro
Hablando sobre la posibilidad de las entregas de ATACMS, el experto militar Yuri Knútov indicó a RT que en el futuro la Casa Blanca podría efectuar estos suministros sin informar sobre ellos. "Es posible que EE.UU. no lo anuncie, como ocurrió con los misiles antirradar HARM. Washington es capaz de emprender tal paso porque está interesado en que los combates continúen durante el mayor tiempo posible", señaló.
Por su parte, el analista militar y coronel retirado ruso Gennadiy Alejin opinó que "las apuestas podrían aumentar muchas veces" si los misiles de largo alcance aparecen en el campo de batalla. "Las fuerzas rusas seguirán usando sistemas de defensa aérea, unidades de fuerzas especiales que detectan la ubicación de almacenes del enemigo, sus emplazamientos de fuego. Estos datos ayudan a las fuerzas rusas a destruir y aplastar el armamento occidental, y los misiles de largo alcance no serán una excepción", remarcó.
En paralelo, advirtió que el envío de armas como ATACMS podría "provocar ya un conflicto directo entre Rusia y EE.UU., porque pone en peligro la infraestructura civil rusa".
Putin evalúa la contraofensiva de Ucrania
Entretanto, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, evaluó este viernes la contraofensiva que Ucrania lanzó en los últimos días en varios frentes, poniendo en duda su relevancia en el conflicto.
"Las autoridades de Kiev anunciaron la contraofensiva y que la desarrollan de forma activa. [...] Anunciaron que no van a alcanzar ningún acuerdo con Rusia, sino que van a alcanzar una victoria en el campo de batalla. Que lo intenten. Veamos cómo acaba [la contraofensiva]", afirmó el mandatario en rueda de prensa tras la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) celebrada en la ciudad uzbeka de Samarcanda.