El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, calificó como disturbios las protestas que se desataron en el país tras la muerte de la joven Mahsa Amini, quien falleció poco después de haber sido detenida por la llamada 'Policía de la moralidad' por llevar su hiyab incorrectamente.
Teherán debe "lidiar decisivamente con aquellos que se oponen a la seguridad del país y la tranquilidad", declaró este sábado, citado por Reuters.
Además, los medios locales señalan que el mandatario "subrayó la necesidad de distinguir entre una protesta y alteración del orden público y de la seguridad, y calificó los acontecimientos […] como disturbios".
Las autoridades iraníes no revelaron el número exacto de las personas que fallecieron durante las protestas, pero la televisión estatal recoge, basándose en su propio conteo, que al menos 41 personas murieron en los disturbios.
Previamente, esta semana, el alto clérigo de Irán Ahmad Khatami acusó a EE.UU. de estar detrás de las protestas. De acuerdo con sus palabras, los enemigos de la nación buscan "eclipsar" los "éxitos" de la República Islámica respecto a su ingreso a la Organización de Cooperación de Shanghái. En ese contexto, afirmó que el presidente de EE.UU. "dirige estos disturbios desde la Organización de Naciones Unidas".
De acuerdo con Reuters, se trata de las mayores protestas en el país desde 2019, cuando se celebraron multitudinarias manifestaciones por el aumento del precio del petróleo.