La Casa Blanca anuncia un plan multimillonario para acabar con la obesidad y el hambre en EE.UU.
La Casa Blanca anunció un plan de miles de millones de dólares para cumplir su objetivo de acabar con el hambre y la obesidad en EE.UU. para 2030, incluida la ampliación de los beneficios mensuales que ayudan a los estadounidenses de bajos ingresos a comprar alimentos.
Las promesas del sector privado se dieron a conocer en el marco de la Conferencia sobre el Hambre, la Nutrición y la Salud, que inicia este miércoles, y es la primera realizada por la Casa Blanca en más de medio siglo, desde que el entonces presidente Richard Nixon organizó una cumbre que tenía como objetivo "acabar con el hambre en Estados Unidos para siempre".
Antes del encuentro, la Administración Biden publicó una lista de más de 8.000 millones de dólares en compromisos del sector público y privado, fundaciones benéficas y grupos industriales, que van desde hospitales hasta empresas de tecnología y actores de la industria alimentaria, desde donaciones directas hasta contribuciones de servicios en especie.
De estos compromisos, al menos 2.500 millones se destinarán a empresas emergentes enfocadas en soluciones para el hambre y la inseguridad alimentaria, y más de 4.000 millones se destinarán a actividades filantrópicas destinadas a mejorar el acceso a alimentos nutritivos, promover opciones saludables y aumentar la actividad física.
El compromiso incluye la iniciativa de nutrición infantil, Kids LiveWell (KLW) y la promesa de siete corporaciones nacionales populares, Buffalo Wild Wings, Burger King, Chipotle, First Watch, Golden Corral, Silver Diner y Subway, que ofrecerán opciones de menú a nivel nacional que cumplan con los estándares de KLW, y poner fin a los desafíos del hambre y la obesidad en el país norteamericano.
Asimismo, el plan incluye propuestas para expandir el Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria, introducir un sistema estandarizado de etiquetado en el frente del paquete para ayudar a los consumidores a comprender más fácilmente la información nutricional, alentar a la industria alimentaria a reducir el sodio y el azúcar, y expandir la investigación nutricional. Además de ampliar el acceso a comidas escolares gratuitas y saludables para 9 millones de niños más para 2032.
"Las consecuencias de la inseguridad alimentaria y las enfermedades relacionadas con la dieta son significativas, de gran alcance y tienen un impacto desproporcionado en las comunidades históricamente desatendidas", escribió la Casa Blanca en un memorando que describe la estrategia. "Sin embargo, la inseguridad alimentaria y las enfermedades relacionadas con la dieta se pueden prevenir en gran medida si priorizamos la salud de la nación", resaltó.
Casi el 42 % de los adultos estadounidenses son técnicamente obesos, y aproximadamente el 10 % de los hogares sufren inseguridad alimentaria, según las últimas estadísticas del Gobierno.