Corea del Norte exigió este martes que EE.UU. y Corea del Sur suspendan los ejercicios militares conjuntos Vigilant Storm. "Ya no podemos tolerar por más tiempo la locura y las provocaciones militares", afirmó Pak Jong Chon, secretario del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, citado por la agencia KCNA.
El lunes, Seúl y Washington iniciaron dichas maniobras aéreas, que durarán hasta el viernes. Se trata de los primeros ejercicios aéreos a gran escala en casi cinco años entre ambos países.
"Evalúo que Vigilant Storm es un simulacro agresivo y provocativo que apunta a la República Popular Democrática de Corea (RPDC) tanto en el número de los aviones movilizados y su dimensión como en su título, parecido a Desert Storm, código operacional que el país norteamericano utilizó cuando invadió a Irak a principios de la década de 1990", manifestó el funcionario norcoreano.
"La RPDC observa atentamente la actual circunstancia inestable de la península de Corea creada a causa de las imprudentes acciones militares de EE.UU. y Corea del Sur", subrayó. "Si estos intentan usar las Fuerzas Armadas contra la RPDC sin ningún temor, los medios especiales de las fuerzas armadas de la RPDC llevarán a cabo su misión estratégica sin demora y Estados Unidos y Corea del Sur tendrán que enfrentar un caso terrible y pagar el precio más horrible de la historia", enfatizó.
Previamente, la Cancillería norcoreana denunció que la situación en la península de Corea vuelve a entrar en "una grave fase conflictiva" por culpa de Washington y Seúl. Asimismo, advirtió que las maniobras militares iniciadas por el país norteamericano y sus aliados tienen por objetivo preparar el terreno para la guerra nuclear contra Pionyang.