El Ejército de Corea del Norte prometió responder este domingo con medidas militares "sostenidas, decididas y abrumadoras" a los ejercicios militares Vigilant Storm entre el Sur y EE.UU en medio de la escalada de la situación en torno a la península de Corea.
El Estado Mayor del Ejército Popular de Corea, citado por la Agencia Telegráfica Central de Corea (KCNA), calificó los mencionados ejercicios como una "provocación abierta destinada a aumentar intencionalmente la tensión".
Según el organismo militar, Pionyang, en respuesta, la semana pasada practicó la supresión de la superioridad aérea enemiga y realizó simulaciones de ataques masivos con misiles contra bases enemigas, entre otras acciones.
"Las operaciones militares recientes son una respuesta clara, por parte de la República Popular de Corea, de que cuanto más persistentemente continúen los movimientos militares provocadores de los enemigos, más a fondo y sin piedad se los contrarrestará", asevera el comunicado.
"El Estado Mayor aclara una vez más que seguirá respondiendo a todos los ejercicios de guerra del enemigo contra Corea del Norte con medidas militares prácticas sostenidas, resueltas y abrumadoras", reitera.
Por otra parte, se afirmó que los recientes lanzamientos de misiles norcoreanos lograron con éxito los propósitos previstos.
Escalada de tensiones
En ese contexto, este sábado Pionyang lanzó cuatro misiles balísticos de corto alcance hacia el mar Amarillo. Previamente, el miércoles disparó al menos 23 proyectiles y realizó 100 disparos de artillería.
Además, Corea del Norte, presuntamente, lanzó al menos un misil balístico intercontinental, así como dos misiles de corto alcance hacia el mar de Japón.
Las acciones de Pionyang son en respuesta a los ejercicios aéreos conjuntos Vigilant Storm que se realizaron esta semana entre Washington y Seúl, en el que participan más de 240 aviones. Se trata de las primeras simulaciones aéreas a gran escala en casi cinco años entre ambos países.
Asimismo, el país norteamericano y Japón celebraron el sábado un ejercicio aéreo conjunto en el que participaron bombarderos estratégicos estadounidenses B-1B.