La plataforma de compraventa de criptomonedas FTX presentó evidencia que sugiere que el exdirector ejecutivo, Sam Bankman-Fried, 'pirateó' sus sistemas después de declararse en bancarrota para transferir 'activos digitales' al Gobierno de las Bahamas, quienes se encuentran investigando la quiebra de la compañía.
Según la declaración del actual consejero delegado de FTX, John J. Ray III, presentada este jueves ante el Tribunal de Quiebras del Distrito de Delaware (EE.UU.), las autoridades reguladoras del país caribeño habrían ordenado a Bankman-Fried obtener "acceso no autorizado" a los activos mientras estaban bajo custodia.
"En relación con la investigación de un ataque [informático] el domingo 13 de noviembre, Bankman-Fried y [el cofundador de FTX, Gary] Wang, declararon en textos grabados y verificados que los 'reguladores de Bahamas' ordenaron que ciertas transferencias de activos del deudor posteriores a la petición [de bancarrota] se realicen por Wang y Bankman-Fried y que dichos activos estaban custodiados en FireBlocks bajo el control del Gobierno de las Bahamas", reza el documento judicial.
La noche del pasado viernes, un administrador del servicio de soporte de FTX advirtió sobre un 'hackeo' a la plataforma. Luego, se reportó la salida de más de 600 millones de dólares en criptodivisas de las carteras de la compañía. Fuentes de Reuters indicaron que Bankman-Fried había transferido 10.000 millones de dólares de los fondos de la clientela a Alameda Research, una empresa comercial que fundó en el 2017.
Asimismo, la declaración de John J. Ray III afirmó que la supuesta conducta, expuesta en el alegato, pone "en serio cuestionamiento" una solicitud de los reguladores de Bahamas para ser reconocidos como liquidadores en la quiebra.
En una entrevista con el portal Vox, citada en la declaración, Bankman-Fried, manifestó su desdén por los mencionados reguladores. "A la mierda los reguladores", manifestó. "Lo empeoran todo. No protegen a los clientes en absoluto", agregó.
¿Qué ocurrió con FTX?
La semana pasada, FTX Group, que tiene su sede en Bahamas y que abarca a unas 130 empresas filiales, incluidas FTX Trading, FTX US y Alameda Research, registró retiros por unos 6.000 millones de dólares en tan solo 72 horas. Debido a sus problemas de liquidez, FTX firmó un acuerdo no vinculante con su rival, Binance, para la venta de FTX.com, su filial no estadounidense, con lo que esperaba solucionar la crisis.
Sin embargo, debido a las diversas irregularidades en FTX que se dieron a conocer en los últimos días, Binance renunció a dicho acuerdo.
En vista de tal situación, FTX inició el procedimiento para declararse en bancarrota el 11 de noviembre, cayendo su valoración de unos 32.000 millones de dólares a la quiebra en cuestión de días. En su petición de bancarrota, FTX Trading aseguró tener entre 10.000 y 50.000 millones de dólares en activos y entre 10.000 y 50.000 millones de dólares en pasivos.
Mientras, un documento revisado por Reuters mostró que FTX tenía 13.860 millones de dólares en pasivos y 14.600 millones en activos. Sin embargo, solo 900 millones de dólares de esos activos eran líquidos.