Bloomberg: Rusia e Irán crean una ruta comercial alternativa para sortear las sanciones de Occidente
Rusia e Irán están habilitando un corredor comercial desde el este de Europa hasta el océano Índico que permitirá reducir en miles de kilómetros las rutas existentes y evadir las sanciones impuestas a ambas naciones por los países occidentales, informa Bloomberg.
La ruta, que se extiende a lo largo de 3.000 kilómetros, conecta el mar de Azov —donde desemboca el río Don y que se convirtió en un mar interior ruso tras la incorporación a Rusia de la República Popular de Donetsk y las regiones de Jersón y Zaporozhie— con los centros iraníes en el mar Caspio para seguir hasta el océano Índico. Para ello, Moscú pretende establecer una red de comunicaciones fluviales entre ambos mares durante todo el año, mientras que Teherán está ampliando su red ferroviaria hasta el puerto de Chabahar, en el golfo de Omán.
María Shágina, experta en sanciones y política exterior rusa del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, estima que la inversión de ambas naciones en este corredor de comercio interior que busca facilitar el flujo de mercancía que Occidente intenta detener asciende a 25.000 millones de dólares. Según datos de seguimiento analizados por el periódico, docenas de barcos rusos e iraníes, incluidos algunos sujetos a las sanciones de EE.UU., ya navegan por esta ruta.
Preocupaciones de EE.UU.
La nueva ruta entre Rusia e Irán ha suscitado inquietud en Washington y en sus aliados, que buscan bloquear las importaciones de drones iraníes y de otros suministros militares, que —aseguran— utiliza el Ejército ruso para atacar infraestructuras críticas en Ucrania, algo que Moscú y Teherán han refutado en repetidas ocasiones.
"Es un área que estamos observando cuidadosamente, tanto esa ruta como, en general, la conexión entre Irán y Rusia", indicó el jefe de la Oficina de Coordinación de Sanciones del Departamento de Estado, James O'Brien. "Nos preocupa cualquier esfuerzo por ayudar a Rusia a evitar las sanciones", agregó.