Pekín ha arremetido contra el nuevo gasto de defensa anual de Estados Unidos por exagerar en el texto del documento sobre la "amenaza china", y ha mostrado su firme rechazo a lo que considera nada menos que una "grave provocación política".
Joe Biden firmó este viernes la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA, en inglés), autorizando el programa de gasto militar de 858.000 millones de dólares para el año fiscal 2023. Entre otras cosas, el nuevo presupuesto militar autoriza el aumento de la cooperación con Taiwán en materia de seguridad, destinando 10.000 millones de dólares a la asistencia y adquisición acelerada de armas para la isla.
"China deplora y se opone firmemente a esta medida estadounidense", declaró el sábado el Ministerio de Exteriores del gigante asiático en un comunicado, donde denunció que dicha ley "interfiere flagrantemente en los asuntos internos de China y ataca y desacredita al Partido Comunista de China".
"EE.UU. debe dejar de intentar utilizar a Taiwán para contener a Pekín, dejar de falsear, distorsionar y vaciar de contenido el principio de una sola China, y dejar de ir aún más lejos en el camino equivocado y peligroso", aseveró.
Según Pekín, el nuevo gasto de defensa de EE.UU. "envía una señal gravemente errónea a las fuerzas separatistas de 'independencia de Taiwán' y afecta gravemente a la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán".
Con ello, el Gobierno estadounidense manifiesta su "intención malévola" de "suprimir y contener el desarrollo de China y frustrar el rejuvenecimiento de la nación", sostiene el gigante asiático, advirtiendo en contra de los "intentos de abrir una brecha" entre el pueblo chino y el partido gobernante.
- Taipéi se autogobierna con una administración propia desde 1949. Desde entonces, ha conservado la bandera y algunos otros atributos de la antigua República de China, que existía en el continente antes de que los comunistas llegaran al poder. Pekín considera a Taiwán como parte irrenunciable de su territorio, y la mayoría de los países, incluida Rusia, reconocen a la isla como parte integral de la República Popular China.
- Por su parte, EE.UU. no reconoce formalmente a Taiwán como un país independiente, pero mantiene una política de ambigüedad estratégica hacia la isla, reservándose el derecho a mantener relaciones especiales con Taipéi, que, en su opinión, toma sus propias decisiones.