El Enviado Especial venezolano Alex Saab, quien se encuentra encarcelado en EE.UU., consideró que es un prisionero de la "guerra no convencional" que Washington declaró contra Venezuela.
"Soy un prisionero político, no hay ninguna duda, un prisionero de una guerra no convencional que nos ha declarado unilateralmente EE.UU.", expresó Saab en un audio que publicó el martes su esposa, Camilla Fabri Saab.
Además de su detención, el diplomático sostuvo que esa guerra no convencional incluye la imposición de "sanciones criminales", que "le han causado un daño terrible al pueblo de Venezuela".
Al respecto, dijo que "EE.UU. debe retomar el camino de la paz" y que "Venezuela no es su enemigo", por lo que conminó a abrir la posibilidad de "estrechar las manos".
"Las diferencias políticas no deben impedir mantener relaciones diplomáticas y económicas entre nuestras naciones", resaltó. En esa línea, apuntó que el Gobierno venezolano, presidido por Nicolás Maduro, "ha extendido ya varias veces su mano con el ánimo de restablecer relaciones cordiales con EE.UU., basadas en el respeto mutuo".
"Es hora de dejar los errores en el pasado y avanzar", añadió.
Casi 1.000 días
Saab recordó en el audio que "van casi 1.000 días" desde que fuese "ilegalmente detenido". Su aprehensión ocurrió en junio de 2020, durante una escala en Cabo Verde cuando se dirigía a Irán, en una misión diplomática para negociar acuerdos petroleros y adquirir medicinas y alimentos para Venezuela.
El avión hizo una parada técnica en la isla africana para recargar combustible, pero las autoridades locales lo detuvieron, pese a su condición diplomática.
Posteriormente, en octubre de 2021, fue extraditado a EE.UU. En ese país es acusado de contribuir al lavado de dinero proveniente de una serie de sobornos, que supuestamente habrían desviado millones de dólares a través de contratos estatales para construir viviendas.
En diciembre pasado, Robert Scola, juez federal de Miami, dictaminó que Saab no tiene derecho a la inmunidad diplomática, por lo que ratificó que debe ser juzgado bajo las acusaciones de lavado de dinero.