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Lula busca ampliar el apoyo del Congreso recurriendo a legisladores de la oposición y a enmiendas
El oficialismo cuenta con el favor de 228 diputados, lo que no es suficiente para alcanzar mayoría en la Cámara baja.
Emisarios del presidente Luiz Inácio Lula da Silva comenzaron a negociar con legisladores cercanos al expresidente Jair Bolsonaro, con miras a expandir las alianzas políticas del nuevo Gobierno, informa Folha de São Paulo.
La Secretaría de Relaciones Institucionales, bajo la dirección de Alexandre Padilha, sería la responsable de conducir las negociaciones en el recinto parlamentario, donde algunos miembros del Partido Liberal y del Partido Progresista ya accedieron a votar a favor de las iniciativas oficialistas, a cambio de cargos públicos de segundo y tercer nivel, según recoge el medio.
En los últimos días, Padilha se reunió con Hugo Mota, líder del Partido Republicano en la Cámara de Diputados, y con Altineu Côrtes, legislador del Partido Liberal, cercano al presidente de la organización a la que pertenece Bolsonaro.
Por su parte, el diálogo con el Partido Progresista es conducido por medio de Arthur Lira, presidente de la Cámara baja, y del legislador Aguinaldo Ribeiro, quien es el responsable de informar de una reforma tributaria que es prioritaria para el Gobierno de Lula.
Ninguno de estos tres partidos es cercano a la recién instalada presidencia de Brasil, que necesita conquistar más apoyos en la Cámara baja para garantizarse allí mayoría simple y absoluta.
Com 464 votos, o atual presidente da Câmara dos Deputados, Arthur Lira (PP-AL), foi reconduzido para mais um mandato no biênio 2023-2024. Ele foi apoiado por um único bloco parlamentar reunindo 20 partidos, incluindo duas federações. https://t.co/GM74WbggiG
— Câmara dos Deputados (@camaradeputados) February 2, 2023
De los 513 escaños de la Cámara, el Gobierno de Lula únicamente cuenta con el favor de 228 legisladores, entre representantes del partido oficialista y miembros de otras organizaciones aliadas.
Por ello las negociaciones se han concentrado en el trío de partidos opositores, que en conjunto suman 187 diputados. Lo que no excluye el diálogo con otros grupos minoritarios, como los partidos Podemos, Solidaridad y Ciudadanía, con los que el Gobierno planea reunirse la semana próxima durante un Consejo Político.
El partido Unión Brasil también ha mostrado interés por los cargos ofrecidos por la administración del Palacio de Planalto, sede del Ejecutivo.
De acuerdo con representantes del Partido de los Trabajadores, al que pertenece Lula, las negociaciones con los diputados se extenderán durante todo febrero. Se espera que al finalizar el diálogo se haya logrado convencer al menos a 15 republicanos, de sus 40 diputados, y a 20 liberales, de los 99 escaños que el partido ocupa en la Cámara baja.
Aún no hay una meta clara con los progresistas, dado que las negociaciones dependen de convencer a Lira, aunque la cuota podría ser similar a la de los republicados, dado que el partido ocupa 47 espacios.
El Palacio de Planalto está dispuesto a otorgar cargos en la Compañía para el Desarrollo de los Valles de São Francisco y Parnaíba, además del Departamento Nacional de Obras Contra la Sequía. Asimismo, se ofrecen vacantes en el Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación, el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional, y en la Oficina de Correos, según fuentes consultadas por Folha de São Paulo.
La otra estrategia: entregar enmiendas presupuestarias
Otra táctica que Lula pretende usar para ampliar el apoyo del Congreso a su Gobierno es la distribución de enmiendas. Fuentes consultadas por el medio antes referido, afirman que la idea es utilizar casi 10.000 millones de reales (1.948 millones de dólares) previstos en el presupuesto para las llamadas enmiendas de relator.
La estrategia no es nueva. Fue introducida por el Gobierno de Jair Bolsonaro para lograr que sus iniciativas en el Congreso fueran aprobadas. Sin embargo, el año pasado el Supremo Tribunal Federal (SFT) declaró inconstitucional la medida.
Las enmiendas de relator son un mecanismo que permite que el Gobierno transfiriera fondos a diputados y senadores, de forma anónima, para destinarlos a obras o compra de vehículos, entre otros, con el objetivo de asegurar el apoyo de los parlamentarios al bloque oficialista.
A pesar de la decisión del STF, el Presupuesto 2023 mantiene los recursos para las enmiendas de relator de este año. De momento, el Gobierno de Lula acordó utilizar la mitad de los 19.000 millones de reales (3.702 millones de dólares) previstos bajo este concepto para el Partido de los Trabajadores, informa Folha de São Paulo.
En total, el Gobierno cuenta con 9.850 millones de reales (1.919 millones de dólares) para negociar con los diputados de oposición en votaciones de gran relevancia, como la reforma tributaria presentada por Lula o la nueva ley fiscal que introducirá próximamente el Ministerio de Finanzas.
Para que la táctica funcione se requiere el apoyo del presidente de la Cámara de Diputados, por lo que el Gobierno busca mantener la alianza con Lira, a quien el oficialismo apoyó para que fuera reelecto este jueves con 464 votos.
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