Rusia reducirá la producción de petróleo en 500.000 barriles diarios en marzo en reacción al 'tope al precio' impuesto por Occidente, afirmó este viernes el vice primer ministro ruso, Alexánder Novak.
"Hoy en día vendemos todo el petróleo producido, pero, como fue declarado antes, no vamos a suministrar crudo a los [países] que se adhieran a los principios del 'tope al precio' directa o indirectamente", señaló. Añadió que la medida de reducir la producción "contribuirá a restablecer las relaciones de mercado" porque el mecanismo representa una interferencia en las relaciones del mercado y continúa la política energética "destructiva" de los países occidentales.
Además, Novak subrayó que el 'tope de precio' puede no solo causar un déficit de crudo y disminución de inversiones en el sector, sino también impactar otros sectores de la economía mundial.
Mientras tanto, desde Washington acusaron a Moscú de usar el petróleo como arma. John Kirby, coordinador para Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., dijo este viernes que la medida anunciada por Moscú no era una sorpresa para Washington. EE.UU. va a "trabajar con nuestros aliados y socios para asegurarnos de que podemos equilibrar oferta y demanda", señaló, agregando que no se debe permitir que Rusia "obtenga beneficios de manera inapropiada" del mercado energético.
El 5 de febrero entró en vigor el embargo de la UE a los suministros marítimos de los productos derivados del petróleo ruso, acordado en junio del año pasado. En particular, se establece un límite de 45 dólares por barril para los productos que se venden con descuento respecto al crudo (como el fueloil), mientras que se fijan 100 dólares por barril para artículos petrolíferos que se venden con sobreprecio en relación al crudo (diésel, queroseno y gasolina).