Los políticos occidentales mienten sobre los autores intelectuales de las explosiones en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, al igual que lo hacían acerca de los acuerdos de Minsk, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en un discurso pronunciado este miércoles ante la Duma Estatal, la cámara baja de la Asamblea Federal rusa.
El canciller recordó que, hace unos días, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, "se adhirió al coro de declaraciones autoinculpatorias", al declarar en Bruselas que "la guerra empezó en 2014" y que la Alianza "estaba preparándola desde entonces, desde el golpe de Estado y el ascenso al poder de los nazis bajo las promesas de eliminar todo lo ruso en la región para expulsar a los rusos de Crimea; en otras palabras, con el fin de la solución de la cuestión rusa", un planteamiento que "la OTAN apoyó".
A continuación, el jefe de la diplomacia rusa valoró "las conocidas declaraciones públicas" de la excanciller de Alemania, Angela Merkel, y del expresidente de Francia, François Hollande, como "el reconocimiento de la culpa" por haber socavado los acuerdos de Minsk, que todos los líderes occidentales proclamaban como "la base sin alternativa" para arreglar el conflicto en Donbass.
Moscú está en desacuerdo con las afirmaciones de que no tiene poderes para investigar las explosiones que dañaron a finales de septiembre pasado la infraestructura gasística de una subsidiaria de Gazprom en el fondo del mar Báltico. Rusia va a exigir a la ONU que encuentre una manera de investigar la situación de los gasoductos Nord Stream, advirtió Lavrov.
Desde la Cancillería china expresaron recientemente que "las explosiones han tenido un grave impacto en el mercado energético global y en la ecología". Si la reciente revelación periodística (del reportero Seymour Hersh) sobre el origen y los responsables de las explosiones es verdadera, esas acciones son "claramente inaceptables", afirmaron desde Pekín, agregando que EE.UU. le "debe al mundo una explicación responsable".