Hallazgo de un cementerio virreinal en Chapultepec evidenciaría el choque de dos culturas en México
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México informó del hallazgo de restos óseos de 21 personas en el Bosque de Chapultepec, presumiblemente pertenecientes a población indígena y europea, lo que sugiere que en lugar pudo haber existido un cementerio en los primeros años de la década virreinal.
"Proponemos que este enterramiento colectivo corresponde a un cementerio del virreinato temprano, porque muestra la transición de las costumbres funerarias prehispánicas a las implementadas con la llegada de los españoles y su sistema religioso", explicó la arqueóloga del INAH, Lourdes López Camacho.
En el marco del proyecto 'Chapultepec, Naturaleza y Cultura' de la Secretaría de Cultura, la Dirección de Salvamento Arqueológico del INAH ha estado inspeccionando el parque en la Ciudad de México con miras a recuperar vestigios históricos.
El más reciente descubrimiento se hizo público este miércoles a través de un comunicado, en el que se explicó que en las últimas tres semanas se ha excavado un sector del Bosque en el que se inhumaron los restos de 21 individuos, en su mayoría adultos.
Como parte del Proyecto Bosque de #ChapultepecNaturalezaYCultura, en las tareas de salvamento arqueológico que acompañan la construcción del nuevo Pabellón Escénico, el @INAHmx descubrió un cementerio del periodo virreinal temprano (1521-1620 d.C.) 🪦💀https://t.co/tWUbpPlwX2pic.twitter.com/NZ4a0PJRY3
— Bosque De Chapultepec (@ChapultepecCDMX) February 15, 2023
Las osamentas fueron encontradas en varios estados de conservación y en la misma orientación oeste-este, lo cual alude a la creencia de resurrección en la fe cristiana de los conquistadores españoles. Sin embargo, hay cuatro casos en la que la disposición de los cuerpos sugiere que los restos pertenecen a población indígena, probablemente mexica.
De acuerdo con López Camacho, la mayoría de los individuos fueron enterrados acostados de forma extendida con los brazos cruzados frente al pecho o en la región pélvica, como suele hacerse en el rito católico, por lo que se piensa que los restos pertenecen a población europea.
Dos de los sujetos fueron sepultados de forma flexionada y lateral, a la usanza mesoamericana, mientras que otro par portaba un sello y una navajilla de obsidiana verde al momento de ser inhumados, una práctica común en las culturas prehispánicas.
Los resultados del análisis osteológico realizado a los individuos confirman la presencia de las dos poblaciones, gracias a las piezas dentales en forma de pala halladas en algunos de los restos. Aunque se necesitan realizar otros estudios, entre ellos uno de ADN, para poder validar la hipótesis.
De confirmarse el hallazgo se evidenciaría el choque entre las dos civilizaciones durante los primeros años de la época colonial, entre los años 1521 y 1620.
En cuanto a las causas de muerte de los individuos, las observaciones preliminares apuntan a diferentes afecciones, entre ellas hipoplasia, varios tipos de infecciones y enfermedades relacionadas al déficit nutricional.
En 2005, un equipo dirigido por la antropóloga María Guadalupe Espinosa Rodríguez encontró un panteón de la misma temporalidad en una colonia circundante al parque capitalino. Sin embargo, hasta la fecha no había referencia del cementerio ahora descubierto.
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