China prueba la táctica de 'ataque espacial fantasma'
Ingenieros chinos están desarrollando una táctica de 'ataque espacial fantasma' para abrumar y desgastar las defensas antimisiles. El concepto se basa en la idea de crear una multitud de señales de objetivos falsos, desde el espacio exterior, que aparenten un ataque masivo en la pantalla de radar del enemigo. Mediante simulaciones computadorizadas se comprobó la efectividad del prototipo y ahora procederán a enfrentar los desafíos de ingeniería, informa South China Morning Post.
Dado el alto costo que implica construir naves espaciales altamente móviles que maniobren en el espacio y generen señales fantasma que confundan a una red completa de radares, el equipo de ingenieros basó su solución en un diseño inteligente que toma en consideración dos puntos débiles de los sistemas globales de defensa antimisiles.
La posibilidad de rastrear y localizar con precisión estos sistemas que se asientan en estructuras voluminosas los hace vulnerables a la nueva táctica. La nave espacial de interferencia diseñada viajaría en un misil señuelo, sin ojiva. Una vez en el espacio, realizaría su actividad de interferencia enviando señales fantasma que harían que el misil desarmado pareciera una amenaza real, escribió el equipo de ingenieros en Journal of Electronics and Information Technology.
El equipo también consideró que a partir de una configuración basada en tres naves espaciales interceptoras el resultado sería exitoso. Las naves serían económicas porque no necesitarían motores para la propulsión, ya que viajarían a bordo del misil desarmado. En función de la información de inteligencia sobre los sitios de las estaciones fijas de radar del enemigo, antes del lanzamiento, se establecería la dirección de vuelo y velocidad de misil portador, así como la ubicación final de las naves.
El otro aspecto, aprovechado con astucia por el equipo de diseño, es el relacionado con el más o menos amplio margen de error con el que operan los sistemas de radares actuales para realizar el seguimiento de los objetivos. Esta desventaja permitiría que un diseño cuidadoso de las naves les permita mantener el error de posicionamiento de ellas muy dentro del margen de error estándar de un radar militar. Después de la liberación del misil portador, la distancia entre estas naves aumentaría con el tiempo y afectaría la precisión de las señales del objetivo fantasma si no se realizan estas correcciones.
Todavía hay más desafíos
Aunque la tecnología desarrollada podría ampliarse para incluir muchos más dispositivos de interferencia y crear una gran cantidad de pistas fantasma, la misma enfrenta otros desafíos. Debido a que un sistema de defensa antimisiles también podría incluir plataformas móviles, incluso satelitales, equipadas también con sensores de calor y telescopios ópticos para monitorear amenazas, la tarea de burlar estos dispositivos por parte de las naves espaciales no es nada fácil. "Hay muchos detalles técnicos que no discutimos en este documento", escribieron los autores.