Revelan que los desastres ambientales por accidentes ocurren cada dos días en EE.UU.

Las comunidades que viven cerca de plantas químicas "viven con un temor perpetuo", según un exfuncionario de la Agencia de Protección Ambiental del país norteamericano.

Semanas después de que un tren se descarrilara y provocara un gran incendio liberando sustancias químicas peligrosas en el estado de Ohio, EE.UU., unos analistas han estimado que la frecuencia de este tipo de accidentes en el país norteamericano es "sorprendente", ya que ocurren cada dos días, informa The Guardian.

"Lo que sucedió en East Palestine es algo habitual en las comunidades que viven cerca de las plantas químicas", dijo Mathy Stanislaus, exasistente de la Oficina de Administración de la Tierra y Gestión de Emergencias de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), en una entrevista al diario, agregando que estas comunidades "viven con un temor perpetuo" a nuevos accidentes.

Según el medio, que usó datos recopilados por la EPA y otros grupos sin fines de lucro que se encargan de rastrear accidentes químicos, tales siniestros, incluyendo descarrilamientos de trenes, choques de camiones, rupturas de tuberías o fugas y derrames industriales, suceden constantemente en todo el país norteamericano, la mayoría de los cuales se registraron en el estado de Texas, seguido por Luisiana y California.

A esta afirmación se suma la Coalición para Prevenir Desastres Químicos de EE.UU., que estima que anualmente ocurren 150 incidentes graves, tales como incendios originados por productos químicos, explosiones y emisiones tóxicas que ponen en riesgo la vida de millones de personas.

Según esta alianza, solo en 2023 se han registrado más de 40 incidentes de este tipo, aproximadamente uno cada día y medio. En 2022, registraron 188 frente a los 177 de 2021. Los accidentes varían en gravedad, no obstante, todos ellos liberan sustancias químicas que representan una amenaza para la salud humana y a cada uno de los componentes del medio ambiente.

Peligro para la salud pública y daños ambientales

En septiembre de 2022, por ejemplo, nueve personas fueron hospitalizadas, incluidos dos bomberos, y 300 fueron evacuadas en California tras un derrame de sustancias corrosivas en una instalación de reciclaje. Posteriormente, en noviembre del mismo año, se registró un derrame de ácido clorhídrico tras el descarrilamiento de un tren que transportaba 20.000 galones de esa sustancia (unos 75.000 litros). Como resultado, más de 150 personas fueron evacuadas y entre 10 y 12 residentes tuvieron que recibir atención médica.

En diciembre, entre las múltiples fugas de sustancias químicas peligrosas, un derrame de 588.000 galones de arenas bituminosas o arenas petrolíferas (más de 2,2 millones de litros) provocado por la ruptura de un oleoducto contaminó gran parte de una zona rural del estado de Kansas, convirtiéndose en el derrame de crudo en tierra más grande de los últimos 9 años.

De acuerdo con la EPA, es difícil determinar el número exacto de incidentes con sustancias químicas peligrosas, dado que en las investigaciones están involucradas varias agencias de EE.UU. Sin embargo, la entidad asevera que durante los últimos 10 años ha respondido, en promedio, a 235 emergencias anuales, incluyendo respuestas a descargas de químicos peligrosos o petróleo.

Las autoridades calculan que hay cerca de 12.000 instalaciones en todo el país que contienen "sustancias químicas extremadamente peligrosas en cantidades que podrían perjudicar la salud de las personas y el medio ambiente o propiedades si se liberan accidentalmente". Estas instalaciones incluyen refinerías de petróleo, fabricantes de productos químicos, cámaras frigoríficas, plantas de fertilizantes y plantas de tratamiento de agua y aguas residuales, entre otras.

Medidas en medio de juicios dispares

En este contexto, la EPA en agosto de 2022 propuso cambios al Programa de Gestión de Riesgos (RMP) que se aplica a las plantas que manejan productos químicos peligrosos, ya que muchas instalaciones químicas están ubicadas en áreas que son vulnerables a cortes de energía, inundaciones, huracanes y otros eventos climáticos.

No obstante, la Cámara de Comercio de EE.UU. ha rechazado establecer más regulaciones estrictas, argumentando que la mayoría de las instalaciones operan de manera más segura y que los accidentes están disminuyendo, detalla el medio.