Inversores expresan su sorpresa por el repentino colapso del Silicon Valley Bank
Inversores y fundadores de varias empresas expresaron su sorpresa por la pérdida de millones de dólares por parte del Silicon Valley Bank (SVB) y su colapso repentino.
En comentarios a la CNBC, los capitalistas de riesgo se quejaron de cómo el banco se comunicó con sus clientes. En ese contexto, varios inversores compararon el colapso del banco con el desplome de Lehman Brothers, que tuvo lugar en el 2008. "Desafortunadamente, se repitieron los errores de la historia y cualquiera que viviera durante ese período, dijo: 'Oye, quizás no están bien; nos lo dijeron la última vez'", dijo un capitalista de riesgo.
En vísperas del anuncio de su desplome, el SVB envió un correo electrónico a un cliente en el que trató de refutar la información sobre su lamentable estado. En la carta, a la que tuvo acceso la CNBC, el banco señaló que "lanzó una serie de acciones estratégicas para fortalecer nuestra posición financiera, aumentar la rentabilidad y mejorar la flexibilidad financiera ahora y en el futuro".
Además, destacó que tiene un historial de trabajo en el mercado en alza y desarrolló "capacidades de mitigación de riesgos principales para garantizar nuestra salud financiera a largo plazo".
Mientras tanto, algunos capitalistas de riesgo lograron informar a tiempo a sus clientes de los problemas en el Silicon Valley Bank para que transfirieran su dinero a otros bancos, entre ellos Merrill Lynch, First Republic y JP Morgan. Sin embargo, muchos ejecutivos de empresas destacaron que el desplome del SVB les pareció "una histeria innecesaria".
El desarrollo de los acontecimientos se pareció a la situación en la que alguien gritó "fuego en un teatro lleno donde no hay fuego", opina un capitalista de riesgo. "Y entonces, cuando todos se apresuran a la puerta, derriban una lámpara de aceite y hay fuego y [este fuego] quema el edificio. […] Y entonces la misma persona está fuera [y se comporta como] 'Ven, se lo dije'", declaró.
El SVB, que es considerado el decimosexto banco más grande del país, colapsó este viernes después que los depositantes, en su mayoría relacionados con el sector de la tecnología y empresas respaldadas por capital de riesgo, retiraran su dinero, a medida que se extendía la preocupación por la crisis que atravesaba la entidad bancaria.