El Ministerio de Cultura de Ucrania realizará una auditoría de piezas de museo, incluidas las reliquias de los santos, que se encuentran en el Monasterio de las Cuevas de Kiev, tras la expulsión de los monjes de sus instalaciones, señaló el ministro de Cultura del país, Alexánder Tkachenko.
"Quisiera subrayar por si acaso que, aparte de bienes inmuebles, allí hay también piezas de museo, más de 800 ejemplares, incluidas las reliquias de los santos que fueron entregadas para el uso de los monjes, y de las que habrá una auditoría separada para determinar en qué medida se han preservado allí", declaró.
En ese contexto advirtió de la posibilidad de acciones penales si descubren que estos objetos valiosos fueron trasladados a otro lugar. "La última auditoría tuvo lugar en el 2018 y todo esto se registró, todos los objetos están en la lista. Cualquier paso que puedan dar los representantes de la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú respecto a bienes muebles, sobre todo con piezas de museo, se registrará y habrá responsabilidades penales", destacó el ministro.
El parque nacional del Monasterio de las Cuevas de Kiev, que depende del Ministerio de Cultura de Ucrania, exigió a los monjes que abandonen esas instalaciones para el 29 de marzo, según el aviso oficial publicado este viernes. Entre tanto, desde la Iglesia ortodoxa ucraniana calificaron el aviso de "ultimátum" y precisaron que la administración del parque informó "sin explicaciones de la ruptura del acuerdo de alquiler y solicitó desalojar" el monasterio. "La Iglesia ortodoxa ucraniana no puede desalojar el monasterio porque no hay fundamentos jurídicos para esto", manifestaron.
El patriarca Kiril, cabeza de la Iglesia ortodoxa rusa, se dirigió este sábado a los líderes religiosos y representantes de organizaciones internacionales, pidiéndoles que "hagan todo lo posible" para impedir la expulsión de los monjes del Monasterio de las Cuevas de Kiev, conocido como la Lavra.
El Monasterio de las Cuevas de Kiev, que data del año 1051, es el más antiguo de Ucrania. Al igual que numerosos templos pertenecientes a la Iglesia ortodoxa ucraniana, vive bajo una oleada de presiones por parte de las autoridades de Kiev. A pesar de ser uno de los lugares santos más destacados de la religión ortodoxa oriental, desde el otoño pasado se han realizado allí registros.