El Gobierno de Argentina alcanzó este lunes un nuevo acuerdo con el personal técnico del Fondo Monetario Internacional (FMI), que implica cambios en las metas fiscales y de acumulación de reservas, y habilita un nuevo desembolso para el país suramericano, por 5.300 millones de dólares.
El organismo de crédito aprobó la cuarta revisión bajo el acuerdo SAF (Servicio Ampliado del FMI) de 30 meses, por la deuda total de 44.000 millones de dólares tomada por la gestión del expresidente Mauricio Macri en 2018.
El acuerdo está sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo del Fondo, que se espera se reúna en las próximas semanas. Una vez completada la revisión, Argentina tendrá acceso a la suma antes mencionada, correspondiente a Derechos de Giro (DEG), por 4.000 millones, informó el ente en un comunicado.
Si bien no fue detallado en el texto, el trato implica una reducción de casi 2.000 millones de dólares en la meta de acumulación de reservas internacionales para 2023, indicaron fuentes oficiales al diario La Nación.
El FMI avaló el desempeño del equipo económico argentino respecto a las metas pautadas para el tercer trimestre de 2022 en el convenio renegociado hace un año, pese a las dificultades por la falta de ingreso de divisas. Detalló el sobrecumplimiento 2022 en materia fiscal, 2,3 % de déficit frente a una meta de 2,5 %, y en materia de reservas, 5.400 millones de dólares con un objetivo de 5.000 millones.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) sufrió una pérdida de reservas por más de 1.400 millones de dólares en lo que va del año, debido principalmente al impacto de la sequía que redujo los niveles de exportaciones agrarias. Además, la Casa Rosada estima que el conflicto en Ucrania tuvo un impacto negativo de unos 4.940 millones de dólares en la balanza comercial, debido al incremento de los precios internacionales de los combustibles y del costo de fletes para exportación.
Recomendaciones para Argentina
"En el contexto de un entorno económico más complejo, la revisión se centró en evaluar el progreso de la implementación del programa, actualizar el marco macroeconómico y alcanzar acuerdos sobre un sólido paquete de políticas para abordar de forma duradera los desequilibrios macroeconómicos y limitar las vulnerabilidades futuras", indicó el Fondo Monetario Internacional.
Para cumplir con las metas de reducción del déficit, el FMI recomienda una mejor focalización de los subsidios energéticos y de la asistencia social, y una mejor priorización del gasto de capital, así como proteger y dar prioridad al gasto social y de infraestructura. También sugiere a las autoridades fortalecer la progresividad de los subsidios energéticos y continuar implementando el esquema de segmentación acordado, eliminando los subsidios a la energía para los usuarios residenciales de mayores ingresos a partir de mayo y para los usuarios comerciales a fines de 2023.
Un programa "ordenador"
Al cierre de febrero, tras mantener una reunión con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, el ministro argentino de Economía, Sergio Massa, anunció en un comunicado que se había alcanzado "el consenso con el FMI" con el objetivo de "adecuar la programación del trabajo del año desde el inicio para dar previsibilidad y no tener que hacer 'wavers' (pedidos de perdón)".
Además, señaló que la intención de ambas partes es ser "realistas y previsibles" para que el programa económico "sea de verdad un ordenador y no un papel en el aire que no se cumple". En ese sentido, identificó como metas "el orden fiscal, la acumulación de reservas y la programación monetaria ordenada".
El acuerdo da un respiro al Gobierno de Alberto Fernández no solo en materia económica, ya que evitan caer en incumplimientos de pago, sino también política. Este año se esperan elecciones nacionales para el mes de octubre y el peronismo, que aún no tiene definido a su principal candidato, intentará mantenerse en el poder.