En Israel se ha intensificado la oposición al controvertido proyecto judicial que concedería un gran poder al Ejecutivo. Movimientos sociales declararon una "semana de parálisis", que comenzará este domingo con masivas protestas en todo el país.
La iniciativa se tomó un día después de que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, anunciara que su gobierno seguirá adelante con su plan "responsablemente".
"Estamos entrando en la semana más fatídica en la historia de Israel", afirmó un organizador de la manifestación, citado por The Times of Israel. "Frente al intento de convertir al país en una dictadura, millones saldrán a las calles para defender el Estado de Israel y la Declaración de Independencia", agregó.
Aumento del malestar social
En ese contexto, el país experimenta un aumento del malestar social desde que la polémica reforma se presentó el pasado 4 de enero.
Además de las manifestaciones públicas, un número creciente de reservistas militares prometieron suspender o ya suspendieron su servicio en señal de protesta.
Esta semana, las Fuerzas de Defensa de Israel le advirtieron a Netanyahu que cada vez son más los soldados que tomaron tal decisión y alertan que, en caso de aprobarse la enmienda, la crisis dentro de la institución militar se profundizaría.
- El proyecto de reforma prevé otorgar al Ejecutivo israelí una influencia decisiva en la selección de los jueces y limita el alcance de la Corte Suprema para derogar leyes o fallar en contra del Gobierno
- Los críticos consideran que esto debilitaría en gran medida la independencia del poder judicial, dado que Israel no tiene una Constitución, sino solo una comisión del Parlamento, controlada por la coalición gubernamental, para dirimir tales asuntos