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"En 1999, la OTAN desató una guerra nuclear y química contra Yugoslavia": Serbia denuncia graves efectos del uso de uranio empobrecido
La ministra de Sanidad serbia reveló que, tras los bombardeos de la Alianza, en la región se registró un aumento significativo de casos de enfermedades oncológicas y autoinmunes de todo tipo, así como de embarazos anormales e infertilidad masculina, entre otros.
En 1999, la OTAN desató una "guerra nuclear y química" contra Yugoslavia, utilizando armas con uranio empobrecido, lo que provocó un aumento de los casos de cáncer y otras enfermedades graves entre sus habitantes, declaró la ministra de Sanidad de Serbia, Danica Grujicic.
En una entrevista emitida este sábado por la cadena local RTS, la ministra instó a la comunidad internacional a prestar atención a las consecuencias para la salud humana de la exposición al uranio y al uranio empobrecido. A su juicio, las personas que niegan estos graves efectos no entienden qué es la carcinogénesis (el proceso de aparición y desarrollo de un cáncer).
"La radiación existe en el momento en que se produce la explosión [de un proyectil de uranio empobrecido], y después que las nanopartículas empiezan a actuar. Así, entran en los pulmones, en el tubo digestivo, en los riñones, y entonces se puede esperar en cualquier momento que una partícula alfa, que es 50 veces más cancerígena que cualquier otra, pueda salir de un átomo de uranio empobrecido en el cuerpo y convertir una célula normal en una célula maligna", explicó.
De acuerdo con Grujicic, 7 años después de los bombardeos, que se cobraron la vida de centenares de civiles, los médicos serbios notaron un aumento del número de pacientes con leucemia y linfoma, así como de los llamados 'tumores malignos sistémicos' entre la población.
Añadió que el uso de uranio empobrecido no solo ha provocado la aparición de cáncer: se ha registrado un claro aumento de la infertilidad masculina, enfermedades autoinmunes de todo tipo, embarazos anormales, así como la aparición de ciertos trastornos mentales en los niños nacidos tras los ataques.
Subrayó que estas enfermedades no solo afectan a los ciudadanos serbios, sino también a los países vecinos. "En la primavera de 1999 se produjo una catástrofe medioambiental regional", afirmó, señalando que esto se puede demostrar científicamente.
"Fue un experimento repugnante e inhumano en toda la región, no solo en Serbia y Montenegro, y espero que la comunidad científica internacional comprenda que esto debe ser investigado científicamente, y en particular, que las armas de uranio empobrecido deben ser prohibidas", concluyó.
El 24 de marzo de 1999, la OTAN intervino en el conflicto relacionado con la independencia de Kosovo sin contar con la aprobación de la ONU. Los bombardeos sobre el territorio de la antigua Yugoslavia tuvieron lugar hasta el 11 de junio. Durante aquellos 78 días, el bloque militar lanzó un total de 2.300 misiles contra 990 objetivos y 14.000 bombas. Solo en la capital, Belgrado, cayeron 212 bombas. Dicha ofensiva se cobró la vida de centenares de civiles y destruyó una parte considerable de las infraestructuras del país.
Según Srdjan Aleksic (director del grupo de abogados serbios que en el 2017 intentó llevar a los tribunales a la OTAN por sus acciones), durante esos bombardeos la Alianza lanzó "entre 10 y 15 toneladas de uranio empobrecido", que provocaron un desastre ambiental y multiplicaron por cinco los casos de enfermedades oncológicas.
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