Neuralink busca un socio para ensayos clínicos de implantes cerebrales en humanos
La empresa de biotecnología Neuralink, de Elon Musk, se ha acercado al Instituto Neurológico Barrow, uno de los mayores centros de neurocirugía de EE.UU., como socio potencial para realizar ensayos clínicos de implantes cerebrales en humanos una vez que los reguladores lo permitan, informa Reuters citando a personas familiarizadas con el asunto.
Además, la compañía también ha estado en conversaciones para asociarse con otros centros, en caso de que las negociaciones no den resultados.
No se ha informado sobre el estado actual de las conversaciones entre Neuralink y sus posibles socios. Sin embargo, Francisco Ponce, director del Centro de Neuromodulación y Programa de Residencia en Neurocirugía de Barrow, dijo a Reuters que el instituto está bien equipado para realizar investigaciones sobre implantes debido a su amplia experiencia en este campo.
Neuralink, que ha estado desarrollando implantes cerebrales desde 2016, espera que las aplicaciones en humanos de su dispositivo cerebral sirvan para restaurar la visión y recuperar la movilidad muscular. Se trata de un dispositivo de interfaz cerebro-computadora (BCI, por sus siglas en inglés), que utiliza electrodos que penetran en el cerebro o se asientan en su superficie para brindar comunicación directa a las computadoras.
A finales del año pasado, Musk se mostró optimista en cuanto a la posibilidad de poder iniciar los ensayos clínicos en humanos ya este 2023. "Queremos ser extremadamente cuidadosos y estar seguros de que funcionará bien antes de poner un dispositivo en un humano, pero hemos presentado, creo, la mayor parte de nuestra documentación a la FDA [Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU.] y creemos que probablemente en unos seis meses podremos tener nuestro primer Neuralink", dijo durante una presentación del implante en diciembre.
Sin embargo, la FDA ha rechazado la solicitud para avanzar a ensayos en humanos, debido a importantes preocupaciones sobre la posibilidad de que los diminutos hilos del dispositivo que transportan los electrodos pudieran migrar a otras zonas del cerebro.
Por otro lado, la compañía enfrenta dos investigaciones federales conocidas. Una de la Oficina del Inspector General del Departamento de Agricultura por posibles violaciones al bienestar animal, tras haber realizado pruebas de los implantes en animales que resultaron en sufrimiento y muertes innecesarias, y otra del Departamento de Transporte por presuntamente infringir las leyes federales que regulan el transporte de material peligroso al trasladar implantes cerebrales contaminados.