Tras sufrir un desplome causado por una serie de escándalos y el hundimiento de la bolsa FTX a finales de 2022, el mercado de criptoactivos logró recuperarse parcialmente con Binance como líder en esa industria.
Sin embargo, la alta volatilidad una vez más hizo reflexionar a los reguladores sobre cómo se puede evitar tales escenarios en el futuro. En el marco de estos esfuerzos, los reguladores estadounidenses se afanan en investigar las actividades de Binance y plantean serios cuestionamientos.
Recurso legal
El incremento de la atención reguladora llegó a su pico el lunes 27 de marzo, cuando la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos (CFTC, por sus siglas en inglés) presentó una denuncia contra criptobolsa por supuestamente evadir deliberadamente la legislación estadounidense.
Según las normativas del país norteamericano, no se permite que empresas como Binance intermedien el comercio de criptoderivados para inversores minoristas si no están registradas ante la CFTC. El organismo sostiene que era precisamente lo que hacía la mayor criptobolsa del mundo, dirigida por Changpeng Zhao.
Binance y su director ejecutivo presuntamente violaron las leyes comerciales estadounidenses, capacitando en secreto a clientes vip sobre cómo eludir los controles. La comisión, que regula de forma independiente la venta de opciones y futuros, asegura que la compañía y Zhao "instruyeron a sus empleados y clientes para que eludieran los controles de cumplimiento con el fin de maximizar los beneficios de la empresa".
"Descripción incompleta de los hechos"
Desde la empresa calificaron el recurso como "inesperado y decepcionante". Asimismo, señalaron que hicieron "inversiones significativas" en los últimos dos años para asegurar que los clientes que viven en EE.UU. no estén activos en la plataforma.
Por su parte, Zhao publicó un tuit con solo un símbolo, "4", aludiendo así a su declaración anterior. "Ignoren el FUD [término usado en la comunidad cripto para referirse a 'miedo, incertidumbre, duda' ], noticias falsas, etc.", escribió. En otra publicación, el directivo tildó la denuncia de "descripción incompleta de los hechos".
La compañía considera que no está sujeta a la ley estadounidense por no tener sedes allí. De hecho, Zhao afirmó en mayo de 2020 que las sedes de Binance se ubican en lugares donde está él. "Dondequiera que me siente, será la oficina de Binance. Dondequiera que necesite a alguien, será la oficina de Binance", remarcó, citado por CoinDesk.
Posibles multas millonarias
La demanda por parte de la CFTC ya conllevó a que los inversores retiraran de la plataforma unos 1.600 millones de dólares, reportó Reuters el miércoles, citando datos del servicio de rastreo Nansen.
No obstante, expertos advierten que estas pérdidas podrían ser la cúspide del iceberg para Binance, cuyos usuarios estadounidenses representan un 16 % de los ingresos de productos derivados.
Además, la compañía podría tener que pagar "cientos de millones de dólares" en forma de multas, al tiempo que le podrían prohibir registrarse para el intercambio de derivativos en el futuro, señaló a la CNN Timothy Cradle, experto en materia de regulación en Blockhain Intelligence Group. Esto sería "un golpe terminal para los usuarios de su servicio ubicados en EE.UU. y un golpe significativo a los ingresos de Binance", alertó.
"Caída nuclear"
Antes de la reclamación por parte de la CFTC, ya hubo indicios que Binance corre el riesgo de enfrentarse a problemas legales en EE.UU. Así, el diario The Wall Street Journal reportó a principios de marzo que la compañía desarrolló un plan para evitar un posible enjuiciamiento, porque cualquier demanda sería como una "caída nuclear" para el negocio.
La estrategia estaba centrada en la creación de una plataforma estadounidense, Binance.US, que utilizaría la tecnología y la marca de Binance pero que, por lo demás, parecería totalmente independiente. De esta manera se protegería del escrutinio de los reguladores estadounidenses a la empresa principal y a los usuarios, según el informe del medio.
Aunque Binance operaba principalmente desde centros en China y Japón, una quinta parte de sus clientes se encontraban en EE.UU., donde las autoridades anunciaron la adopción de medidas contra los criptointermediarios extraterritoriales no regulados.
Los desarrolladores de Binance en China mantuvieron el código de 'software' que respaldaba los monederos digitales de los usuarios de Binance.US, lo que podía dar a la empresa matriz acceso a los datos de los clientes estadounidenses.
Desde 2020, el Departamento de Justicia y la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC) han estado investigando la relación de Binance con Binance.US, indica el informe. Si los reguladores del país norteamericano concluyen que estos vínculos significan que Binance tiene control sobre su entidad estadounidense, podrían vigilar todas las operaciones de la criptobolsa. Actualmente Binance.US tiene su sede en San Francisco.
Defenderse a uñas y dientes
La creación de Binance.US no fue la única herramienta de la empresa para defenderse. En 2019, la bolsa intentó contratar como asesor a Gary Gensler, exjefe de la CFTC y en aquel entonces profesor de temas cripto en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, recoge The New York Times.
La empresa creía que de ganar los demócratas las presidenciales —algo que sucedió—, Gensler podría encabezar el órgano regulador de nuevo. Sin embargo, Gensler rechazó la propuesta y pasó a ser el jefe de la Comisión de Bolsa y Valores que indaga en los vínculos entre las dos compañías.
Por otra parte, Binance incluso ofreció medidas de rescate para sus competidores como el colapsado FTX, aunque luego la firma de Zhao abandonó las negociaciones. Fue desde el desplome de FTX y la posterior investigación contra su fundador, Sam Bankman-Fried, cuando los reguladores recrudecieron su campaña de cuestionamiento del papel de las empresas de negociación en las bolsas de criptomonedas como Binance.
Un grupo bipartidista de congresistas estadounidenses exigió a principios de marzo que Binance proporcione más información financiera. Argumentaron a que la compañía podría convertirse en "un semillero de actividad financiera ilegal que ha facilitado más de 10.000 millones de dólares en pagos a delincuentes y evasores de sanciones".
Ante el aumento del escrutinio, expertos señalan que las autoridades tienen que encontrar un balance para evitar que las regulaciones sean demasiadas estrictas, pero que establezcan un marco claro para el criptomercado con el fin de proteger a sus usuarios.