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Finlandia acude dividida a las urnas: Sanna Marin se juega su continuidad en medio del auge de la ultraderecha
Durante su mandato, la primera ministra tuvo que gestionar la pandemia de covid-19, apostó por unirse a la OTAN y afronta una crisis económica con contracción del PIB.
Cuatro años después de convertirse en la primera ministra más joven del mundo, Sanna Marin, busca mantenerse como jefa del Gobierno finlandés al frente de su coalición en las reñidas elecciones parlamentarias generales que se celebran este 2 de abril y que renovarán los 200 escaños legislativos del país nórdico.
Desde 2019, la figura de Marin, de 37 años, que encabeza el Partido Socialdemócrata (SPD), atrajo los focos mediáticos tanto dentro como fuera del país. En todo este tiempo, la jefa del Gobierno ha sido objeto tanto de críticas —por la actitud festiva que demuestra en unos videos en los que aparece bailando y bebiendo—, como de elogios, a cargo de quienes valoran su desenfado y la ven como una representante ejemplar de la nueva generación de políticos.
Covid-19, la OTAN y el conflicto en Ucrania
En los últimos cuatro años, el actual Gobierno de coalición, compuesto por el SPD, el Partido del Centro (KESK), la Liga Verde (VIHR), la Alianza de la Izquierda (VAS) y el Partido Popular Sueco de Finlandia (SFP), se enfrentó a la pandemia del coronavirus, al tiempo que apostó por romper con el tradicional estatus neutral del país e incorporarse a la OTAN, algo que se formalizará en los próximos días, en medio del conflicto entre Rusia y Ucrania.
La crisis del covid-19 y el conflicto entre Kiev y Moscú, junto con las sanciones antirrusas de Occidente hizo, que el Gobierno de Marin chocara con una crisis energética y la subida de inflación, que impactó el coste de vida de los finlandeses. La nación incluso entró en recesión técnica tras sufrir una contracción del 0,6 % del PIB en el cuarto trimestre del 2022 en comparación con el período anterior.
En este contexto, la oposición critica a Marin por el excesivo endeudamiento, lo que situó la estabilidad de las finanzas públicas en uno de los principales temas de la campaña electoral. Además de la economía, los votantes ponderan otro tipo de desafíos, como la política climática y el declive de la educación en el país, recuerda la emisora pública nacional Yle.
¿Qué necesita Marin para seguir en el cargo?
El partido que gane la mayoría de los 200 escaños podrá negociar la formación de un nuevo Gobierno. Para ello, la fuerza ganadora y sus eventuales aliados tendrán que obtener 101 asientos en el Parlamento unicameral.
La última encuesta, realizada por Yle con un margen de error del 2 % y un muestreo de más de 2.500 personas, otorga la victoria al Partido de Coalición Nacional (KOK), de centro-derecha, con un 19,8 %. El partido de los Finlandeses (PS), de ultraderecha y euroescéptico, se lleva la plata, mientras que el SDP de Marin cierra el trío con un 18,7 %.
Estas tres formaciones aspiran a convertirse en la fuerza más votada en unas elecciones que se antoja muy igualada. La última medición social muestra que el partido principal de la actual coalición de Gobierno perdió un 1,2 % en la intención de voto frente a los resultados del sondeo anterior.
Los cuatro aliados de Marin en el actual Gabinete (KESK, VIHR, VAS, SFP) parten en las encuestas con una intención de voto del 10,7 %, el 9,0 %, el 8,7 % y el 4,1 % respectivamente.
Tanto desde el SDP como en el KOK no han excluido la posibilidad de formar parte del mismo Gobierno si su partido vence en las legislativas. Sin embargo, Marin descartó negociar una coalición con el partido PS, que aboga por restringir la inmigración de los países en desarrollo no europeos, y que tilda de "abiertamente racista".
Entretanto, más del 40 % de los electores ya eligieron a sus candidatos en la votación anticipada, que tuvo lugar entre los días 22 y 28 de marzo de este año, lo que marca un récord, según los datos del Ministerio de Justicia.
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