Las acciones de Israel contra la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén y los fieles palestinos tendrán "consecuencias catastróficas", declaró este sábado el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados de Jordania.
De acuerdo con un comunicado, el portavoz de la Cancillería, Sinan al Majalila, advierte en contra de la continua violación de la santidad de la mezquita y de su statu quo histórico y legal por parte de la Policía israelí, así como nuevos ataques contra fieles en un intento de liberarla de ellos, "en preparación de grandes incursiones [en la mezquita]", que "empujarán la situación a una tensión y violencia aún mayores, por lo que todo el mundo pagará el precio".
"El Gobierno israelí es responsable de la escalada en Jerusalén y en todos los territorios palestinos ocupados y del deterioro de la situación, que empeorará si [Tel Aviv] no pone fin a sus incursiones en la bendita mezquita de Al-Aqsa y a aterrorizar a los fieles en estos días benditos [de Ramadán]", subrayó.
Así, Amán reaccionó a los resientes casos de violencia protagonizados por los agentes israelíes que asaltaron la mezquita, disparando granadas aturdidoras y balas de goma contra civiles palestinos. Afirmaron que se vieron obligados a ingresar, después de que "agitadores enmascarados" se encerraran en la mezquita con fuegos artificiales, palos y piedras.
Reacciones de Israel y de Hamás
Se informa que la noche de este sábado cientos de palestinos volvieron a encerrarse en el interior del tercer lugar más sagrado del islam. Por su parte, la Cancillería israelí instó a las autoridades jordanas a presionar a los palestinos mediante el Waqf Islámico de Jerusalén, la administración del recinto que está en manos de Jordania, y "expulsarlos inmediatamente". Acusó a los fieles palestinos de una supuesta intención de enfrentarse a los judíos que visitarán el lugar la mañana del domingo.
Dijo que "quienes se encierran en su interior [de la mezquita] son una turba peligrosa, radicalizada e incitada por Hamás y otras organizaciones terroristas". "Pedimos a Jordania, a través de los guardias del Waqf, que expulse inmediatamente de la mezquita de Al-Aqsa a estos extremistas que planean amotinarse mañana (en referencia a este 9 de abril) durante las oraciones musulmanas en el Monte del Templo y la bendición sacerdotal en el Muro de las Lamentaciones", escribió la Cancillería hebrea en su cuenta de Twitter.
Mientras tanto, el portavoz del movimiento Hamás en Jerusalén, Muhammad Hamadeh, advirtió de que "la agresión de la ocupación" solo se responderá con resistencia, y que los palestinos "están dispuestos a responder a los crímenes de la ocupación de una manera equivalente a la magnitud del crimen". "[El ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar] Ben-Gvir y su gobierno son plenamente responsables de lo que le ocurra a la mezquita de Al-Aqsa y a quienes están apostados en ella. Al-Aqsa es una línea roja, y atacarla es manipular los detonadores que empezaron a explotar en la cara y los costados de la ocupación", subrayó.