Varios funcionarios israelíes expresaron este domingo su pesar por los recientes casos de violencia contra civiles palestinos protagonizados por agentes de policía israelíes que asaltaron la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén, informan medios locales.
En vista de que las imágenes de palestinos golpeados por policías en el tercer lugar más sagrado de islam durante 2 días consecutivos esta semana provocaron una fuerte indignación en el mundo árabe, el comisario de la Policía, Kobi Shabtai, admitió que los agentes no deberían haber actuado con tanta brutalidad durante las redadas.
Aunque Shabtai defendió la decisión de la Policía de entrar en la mezquita durante la noche del martes al miércoles, cuando un grupo de palestinos se atrincheró en su interior con fuegos artificiales, palos y piedras, alegando que supuestamente llevaron todo esto para usarlo contra los visitantes judíos del lugar por la mañana, reconoció que los agentes se habían "excedido un poco" en el uso de la fuerza.
"¿Estoy contento con las imágenes que salieron de allí? No. Estamos investigando el incidente, aprenderemos de él, comprenderemos lo que pasó, pero en última instancia todo el mundo vio un breve momento de un panorama más amplio en el que un gran, gran número de agentes entraron y trataron el incidente con respeto", dijo.
Además, un alto funcionario israelí, que habló bajo condición de anonimato, señaló que las imágenes de la violencia contra los palestinos causaron un "daño terrible" a Israel. Aunque afirmó que los agentes se vieron obligados a entrar en la mezquita tras recibir información de que varios los palestinos supuestamente habían almacenado armas en su interior, reconoció que habían ido demasiado lejos al golpear a civiles palestinos en ese punto. Subrayó que estas acciones causaron un daño significativo a la reputación de Israel en la escena mundial.
Según sus palabras, es necesario revisar la conducta de los agentes, ya que se les había dicho de antemano que actuaran con moderación.