Un grupo de 14 congresistas estadounidenses ha enviado una carta al presidente Joe Biden instándolo a que reexamine el apoyo a Israel. Los autores, de la corriente progresista encabezada por el senador Bernie Sanders, piden una investigación sobre el eventual uso de las armas entregadas por EE.UU. en los actos de violencia contra palestinos y buscan asegurarse de que "los fondos de los contribuyentes estadounidenses no apoyen proyectos en los asentamientos ilegales".
Los dos principales firmantes de esta misiva abierta, publicada el jueves, son el propio Sanders y el representante de Nueva York Jamaal Bowman, a quienes se unieron otros 12 legisladores destacados del Partido Demócrata. El grupo denuncia la muerte de 85 palestinos, incluidos 16 niños, en lo que va de año a manos de las fuerzas y los colonos israelíes, mientras que el saldo de víctimas mortales de la violencia palestina contra el bando israelí ronda las 14 personas. Los congresistas recuerdan también el "asesinato de dos ciudadanos estadounidenses por parte del Ejército israelí".
El grupo manifiesta que la continua ocupación de Cisjordania y la construcción de asentamientos allí, no solo constituyen una "violación del derecho internacional", sino que también contradicen las repetidas sugerencias que realizó Washington sobre ambos asuntos delicados. "Los expertos legales israelíes consideran que la decisión del Gobierno de transferir la mayor parte de la autoridad gubernamental en Cisjordania ocupada del Ejército a un ministro civil, el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich (líder del Partido Sionista Religioso), es una forma de anexión", afirman Sanders y los coautores de la carta, añadiendo que la propia Administración Biden había advertido contra esta medida en particular.
Los legisladores criticaron también la controvertida reforma judicial que el Gobierno de Benjamín Netanyahu ha puesto en marcha este año. Según Sanders y el resto de los firmantes, el primer ministro buscó consolidar su poder por medio de esta iniciativa, actualmente aplazada después de varias semanas de violentos disturbios en Israel.
La mejor manera de abordar estos problemas, en opinión del grupo, es "cambiar" la política estadounidense hacia Israel, iniciar una investigación sobre el uso que hacen de las armas de origen estadounidense las Fuerzas Armadas de Israel y establecer si se han utilizado para "cometer o apoyar graves violaciones a los derechos humanos". Además, se recomienda reforzar el "control del uso final y el seguimiento financiero" de la ayuda militar que reciben los israelíes y elaborar un "plan detallado" sobre cómo la Administración va a lograr estos objetivos.