Reportan que Scholz invitó al primer ministro chino a Berlín para aliviar tensiones
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha invitado al primer ministro chino, Li Qiang, a mantener conversaciones en Berlín el próximo 20 de junio, con el fin de aliviar las tensiones entre Europa y China, reporta este martes Bloomberg, citando fuentes familiarizadas con el asunto.
Según los informantes, que pidieron no ser identificados dado que la reunión no ha sido anunciada oficialmente, Scholz intentará reclutar a Pekín como un socio clave en retos como la paz y el cambio climático, al mismo tiempo que establece líneas rojas para cualquier modificación en el 'status quo' de Taiwán.
Alemania está decidida a reducir su huella en el gigante asiático, al mismo tiempo que sigue luchando por las consecuencias de su excesiva dependencia del gas ruso. A pesar de que Berlín ve a Pekín como un adversario en ciertos aspectos, Scholz se opone a la desvinculación de China, el mayor socio comercial del país europeo y un destino crucial para las exportaciones alemanas, precisa el medio.
Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock, declaró el pasado miércoles que el país asiático es "socio, competidor y rival sistémico" de su país y destacó que no pueden "pasar por alto a China", ya que es una de las mayores potencias económicas del mundo.
"Estamos en contra de la disociación, estamos a favor de eliminar los riesgos", manifestó por su parte el canciller alemán sobre la postura de la UE respecto a Pekín, después de una reunión de los líderes del bloque en Bruselas el mes pasado. Se reporta que ambos gobiernos han estado planeando una reunión bilateral durante varios meses.
Tensiones en aumento
La convocatoria de Scholz se produce después de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pidiera el pasado martes a los países de la UE que mantuvieran una postura común en relación a China, recalcando que el bloque debe reducir su dependencia del gigante asiático en materia de recursos clave.
Estas declaraciones llegaron tras el controversial comentario del presidente de Francia, Emmanuel Macron, que se pronunció en contra de arrastrar a la UE al conflicto de Taiwán. El inquilino del Palacio del Elíseo instó a Europa a que sea más independiente de EE.UU. para no quedar atrapada en crisis que no son suyas —como la de Taipéi—, subrayando la importancia de la "autonomía estratégica" para el Viejo Continente y la necesidad de reducir la dependencia de Washington en cuanto a armas y energía.
Inmediatamente, funcionarios de Política Exterior europea trataron de aclarar su postura sobre Taiwán y, además, condenaron la posición de Pekín sobre el posible uso de la fuerza en la isla, argumentando que eso tendría graves repercusiones en Europa.