Biden: "Ni siquiera puedo decir cuántos años tengo"
El presidente estadounidense, Joe Biden, afirma no estar preocupado por su edad, asunto al que no le presta atención en el contexto de su campaña electoral, según declaró este miércoles.
Durante una rueda de prensa conjunta con su homólogo surcoreano, Yoon Suk-yeol, en la Casa Blanca, una periodista le preguntó a Biden sobre qué diría a la mayoría de los estadounidenses que, según encuestas, dudan que el presidente más longevo de EE.UU. deba concurrir en 2024.
"Ni siquiera puedo decir cuántos años tengo, ni siquiera puedo decir el número, no me entra en la cabeza. Pero lo que puedo decir es que una de las cosas que la gente va a descubrir cuando vean la carrera [por la Presidencia], es que van a juzgar si la tengo o no la tengo. Respeto que lo miren a fondo. Yo también lo miro igual. Lo analicé a fondo antes de decidirme a correr, y me siento bien".
Biden, de 80 años, dijo estar "entusiasmado con las perspectivas" y sentirse confiando en que su país está a punto de salir adelante de una manera como no lo había hecho desde hace mucho.
"Sé que están ustedes cansados de oírme decir que estamos en un punto de inflexión. Realmente en ello estamos. Lo que ocurra en los próximos dos, tres, cuatro años, determinará las próximas décadas. Nunca he sido más optimista en mi vida sobre las perspectivas de Estados Unidos", aseguró.
Precisó que se abre la oportunidad de poner el país en una posición en la que económica y políticamente esté seguro durante mucho tiempo. Habló sobre una "competencia entre autocracias y democracias" y alegó que EE.UU. es "la democracia líder en el mundo", apoyada por sus "aliados y amigos", así que cree que debe "completar el trabajo, concretarlo".
Techo de deuda
La rueda de prensa tuvo lugar en momentos que los republicanos se muestran decididos a votar un proyecto de ley que condicionaría la elevación del techo de la deuda pública de EE.UU. a una serie de recortes del gasto público.
Preguntado al respecto, Biden manifestó que el aumento del umbral "no es negociable". "Sería un crimen absoluto no extender el límite de la deuda", declaró.
La actual disputa entre demócratas y republicanos estalló ante una posible crisis financiera por la necesidad de elevar el límite de la deuda nacional, que ahora es de 31,4 billones de dólares. Desde la Casa Blanca exigen al Congreso elevar el techo de endeudamiento sin condiciones, porque de lo contrario el Gobierno estadounidense se enfrentaría a la suspensión de pagos entre julio y septiembre.