Una aseguradora deberá pagar 850.000 euros a una española intercambiada al nacer
La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja (TSJR) en España ha obligado a una aseguradora a pagar toda la suma de la indemnización que corresponde a una joven de 21 años por haber sido intercambiada con otra bebé al nacer en 2001 en el antiguo Hospital San Millán de Logroño.
La indemnización fue fijada por el Gobierno regional en 850.000 euros en octubre de 2022 y en febrero pasado se ordenó efectuar el pago. Sin embargo, la aseguradora del Servicio Riojano de Salud (SERIS) solo abonó 215.000 euros de esa cantidad e interpuso un recurso para solicitar la medida cautelar de impugnación del acuerdo.
Este jueves, el TSJR ha confirmado la decisión de las autoridades riojanas, rechazando las pretensiones de la aseguradora y obligándola a pagar a la joven los 635.000 euros que todavía no ha abonado, recoge el diario La Rioja.
Tres millones de euros por daños morales
El caso no se da por cerrado, ya que además de la indemnización económica, la joven exige más de tres millones de euros en concepto de los daños morales que sufrió por negligencia del personal hospitalario.
"La Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJ de La Rioja todavía tiene que pronunciarse, y emitir sentencia, sobre nuestra demanda, por la que solicitamos que la indemnización fuera de a 3.005.060,52 euros por los daños morales causados", comentó a Confilegal el abogado José Sáez Morga.
La vida en el engaño
Tras ser cambiada por error con otra bebé nacida con cinco horas de diferencia y colocada en incubadora contigua, la joven fue entregada a una mujer que no era su progenitora, y vivió su primer año con ella y la que se suponía que era su abuela materna.
Inmersa en una situación de riesgo, pronto quedó bajo tutela de su supuesta abuela, cuando sus padres fueron declarados incapaces.
En 2017, la que la joven consideraba su abuela demandó al que creía que era el progenitor de la niña, exigiendo que se hiciera cargo de la manutención, pero el hombre se negó a pagar y se hizo una prueba de ADN que demostró que no era su padre biológico.
Fue entonces cuando la joven, que en aquel momento tenía 15 años, decidió someterse a una prueba similar. Los resultados revelaron que tampoco era hija de la mujer a la que la habían entregado en el hospital al nacer.
En un intento de descubrir a sus padres biológicos, se revisaron los registros de nacimientos y así fue cómo salió a la luz el error del personal sanitario. La verdadera familia de la joven crió a la otra niña, que tampoco sospechaba que no era hija suya.
El error en el hospital le impidió a la joven demandante llegar a conocer a su madre biológica, que falleció en 2018.